El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Calvià, que marca las directrices del municipio en materia de urbanismo para las próximas décadas, ha recibido cerca de 400 alegaciones, una vez concluido el periodo de información pública. Una gran parte de ellas proceden de Calvià vila y es Capdellà, dado el malestar causado entre los vecinos por las disposiciones contenidas en este plan que afectan a las localidades tradicionales. Todas estas alegaciones deberán ser respondidas antes de la aprobación provisional del PGOU.
Al menos 160 residentes en Calvià vila y es Capdellà se han sumado a la alegación presentada por la Associació d’Amics i Veïns de Calvià vila, al margen de que ellos hayan podido registrar sus escritos individualmente.
Precisamente, a finales de septiembre, esta entidad vecinal convocó una reunión en el teatro de Sa Societat para explicar las implicaciones que tendrá el plan general para ambas localidades, donde se concentra al malestar con esta hoja de ruta urbanística para el término de Ponent.
De hecho, el gobierno municipal formado por PSOE y Podem-Més se ha comprometido a revisar al texto al constatar que, «de alguna manera, distorsionaba la idiosincrasia de la configuración de los dos pueblos tradicionales».
Como manifestó a este diario el presidente de la asociación vecinal, Pere Torrens, la oposición se centra en varios puntos del PGOU, como el que recoge la creación de «multitud de zonas verdes privadas», lo que, asegura, en la práctica equivale a una «expropiación encubierta sin derecho a indemnización».
Patrimonio verde
Torrens recordó que ya existe en el municipio una ordenanza para la defensa y conservación del patrimonio verde, por lo que, concluyó, «la recalificación de jardines o terrenos privados carece de motivo ni justificación alguna». Las alegaciones de la entidad de vecinos piden la retirada de otras «modificaciones arbitrarias», como la «prohibición de implantar toldos en viviendas si están en lugares visibles desde vías o espacios públicos». Y lo mismo, agrega esta alegación, se aplica a las instalaciones de energías renovables.
«Se impone la forma rectangular o cuadrada para la piscina –estilo ‘safareigs’-, prohibiéndose cualquier otra forma. Solo se permiten los revestimientos de tonos ocres o verdes, prohibiendo los tonos azulados y cualquier otro distinto de aquellos»
Las objeciones van dirigidas también contra las disposiciones referentes a las piscinas. «Se impone la forma rectangular o cuadrada para la piscina –estilo ‘safareigs’-, prohibiéndose cualquier otra forma. Solo se permiten los revestimientos de tonos ocres o verdes, prohibiendo los tonos azulados y cualquier otro distinto de aquellos», sostiene la asociación vecinal, que ha presentado alegaciones asimismo contra la aplicación de áreas patrimoniales del paisaje urbano (APPU).
«La creación de dicha figura es totalmente arbitraria e innecesaria», arguye la asociación, que considera que, si finalmente entra en vigor, «cualquier actuación que un propietario de una finca incluida en dicha área quiera hacer en su propiedad quedará supeditada a que se cumpla con la regulación de elementos catalogados, mucho más restrictiva que la normativa ordinaria».
Nuevo PGOU
El plan general constituye la gran apuesta política del gobierno municipal progresista, después de una gestación que se ha prolongado casi dos legislaturas. El pasado mes de junio, el pleno aprobó de manera inicial la revisión del PGOU, con los votos a favor del equipo de gobierno integrado por PSOE y Més-Podem y el grupo mixto, mientras que PP y Vox votaron en contra del texto urbanístico.
Entre sus principales actuaciones, figuran la expropiación del Fortí de Illetes; la recuperación de una zona de la Marina de Magaluf; la creación de cinco parques periurbanos como espacios verdes públicos y de un ‘ecobarrio’ con emisiones cero en Galatzó; o la habilitación de tres senderos para acceder al Puig de sa Morisca, entre otras.
También se prevé que el parque de viviendas sociales incorpore 425 viviendas sociales más que se sumarán a las a las 687 ya previstas en el anterior plan de ordenación.
En el caso del Fortí d’Illetes, actualmente en manos privadas, el objetivo de la expropiación es crear un gran parque público y habilitar un centro de interpretación sobre memoria democrática en las antiguas dependencias militares. Se contempla igualmente otra expropiación en la zona de la marina de Magaluf con el circuito de kárting y el recinto del antiguo Aquapark (parque acuático que lleva años cerrado) para recuperar la zona húmeda.
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