Es como si no hubiera pasado el tiempo o lo hubiera hecho en vano. La ecotasa ha ayudado a desperezar en parte a la Administración y le ha aportado una sensibilidad todavía insuficiente, con lo que la salvaguarda de los espacios de interés ecológico sigue necesitando del impulso y la reivindicación social. Han cambiado las formas al amparo de las nuevas formas de comunicación, pero los objetivos siguen siendo los mismos de aquellos tiempos de la predemocracia o de la Transición acentuados aún, si cabe, por el peso demográfico que soporta la isla y la sobreexplotación territorial.
El Castell de Alaró y Cap Blanc protagonizan ahora mismo la demanda de titularidad pública para espacios naturales. A diferencia del primero, en el que media propiedad privada, en la batería de Llucmajor son las administraciones estatal y autonómica las que deben entenderse. La operación inmobiliaria perseguida por Defensa tiene difícil argumento a la vista de las condiciones del lugar y la aspiración social reflejada en un grueso pliego de firmas.