Encauzar cada vez más el tráfico para conseguir ‘expulsarlo’ del centro y lograr así una preponderancia del peatón y aumentar el espacio público. Con estas premisas el ayuntamiento de Manacor ha presentado el diseño de lo que será la reforma integral de la plaza des Cós, un proyecto de mejora y adoquinado que empezará en las próximas semanas y que se alargará al menos seis meses, previsiblemente hasta Semana Santa.
El proyecto eliminará las barreras arquitectónicas y mejorará el aspecto general del espacio público. Se sustituirán las redes de servicios como el alumbrado público, el agua potable, alcantarillado, acometidas particulares y red de pluviales, ahora inexistente; además de instalar un sistema de riego interno para la vegetación. La superficie de la intervención, que tiene un presupuesto de 838.784 euros, será de 2.375 metros cuadrados desde la calle de Artà hasta el cruce de las calles Olesa, Antoni Galmés folclorista y avenida de Baix des Cós.
«Esta intervención urbanística pretende dignificar un espacio que hasta ahora no actuaba como plaza, como hemos ido haciendo desde 2019 con la plaza de s’Antigor, la plaza Berard, en la primera línea de Porto Cristo, y actualmente en la plaza de los padres Creus y Font i Roig y en Santa Catalina», ha señalado la delegada de Urbanismo, Núria Hinojosa.
La plaza pasará a tener un único sentido de la circulación y el enlace con la calle Olesa, Baix des Cós y Toni Galmés se resolverá con una rotonda que consolide la provisional existente. También se eliminarán los semáforos y se limitará el aparcamiento. El resto de espacio público pasará a ser espacio peatonal y se dejará toda la plaza al mismo nivel.
Esta obra se enmarca en un conjunto de cambios de circulación para ‘pacificar’ el centro de Manacor, como el cambio de sentido de la avenida de Baix des Cós. «Ponemos en el centro a quien toca: a los peatones. Quedará una zona tranquila en la que los vehículos tengan que circular a poca velocidad», ha explicado el alcalde de Manacor, Miquel Oliver.
También ha insistido en el impacto positivo que tendrá esta reforma integral en los comercios de la zona tras la obra. «Sabemos que durante estos meses habrá molestias y ruidos para los vecinos, pero pensamos que es importante hacer esta apuesta para mejorar un entorno urbano de la plaza», añade Hinojosa.
El proyecto ha sido redactado por el arquitecto de Manacor Joan Pasqual y la empresa Melchor Mascaró S.A. será la encargada de su ejecución. Las obras están sometidas a un seguimiento arqueológico por parte de técnicos del Consell de Mallorca, dada la ubicación de las obras.
Adoquinado
Por lo que se refiere a la parte estética, se sustituirá el pavimento asfáltico por adoquines de hormigón y las zonas peatonales serán de un color arenoso, todo al mismo nivel.
La mayor parte de la plaza se dejará libre para el uso público de los peatones, con conjuntos de bancos dispersos que invitarán a aprovechar la plaza como lugar de estancia al aire libre. En la parte de poniente, entre el vial rodado y las fachadas se deja una acera ancha por el paso de peatones desde el centro hasta la plaza de Ramon Llull, que aumenta considerablemente la anchura de la actual hasta prácticamente el doble.
