Son muchos los vecinos de Binissalem que estos días ultiman los preparativos de uno de los actos más esperados y, sin duda, el más multitudinario de las Festes des Vermar como es el Sopar a la fresca. En la calle Camilo José Cela, un grupo de residentes ya empezó, hace unos días, la preparación de los tradicionales fideus de vermar que servirán la noche del viernes.

Para ello han utilizado la carne de tres ovejas y cuentan con una previsión de asistencia de unos 180 comensales.

Se calcula que otras 70 calles del pueblo se suman a esta popular iniciativa.

El Sopar a la fresca tiene su origen a principios de los años noventa, de manera un tanto espontánea, a iniciativa de los vecinos de algunas calles que en aquella época participaban en el concurso de Carrers endiumenjats, un acto que, precisamente, el Ayuntamiento ha recuperado este año, estableciéndose tres premios de 300, 200 y 100 euros, patrocinados por la empresa local Disset Consultors.

Crónica de este diario

De hecho, es en una crónica de Diario de Mallorca, de septiembre de 1990, donde se recoge el primer testimonio de lo que tres años después ya aparecerá en el programa de actos como Sopar a la fresca. En la citada crónica se indica que «se sacan al exterior mesas con vajilla de barro, en la que podrá saborearse el típico vino, pan y butifarrón, y otros alimentos. Después del paso del jurado las calles son un verdadero bullicio, al charlar y comer todos los vecinos en el exterior de su hogar». Por otro lado, aparte de los fideus de vermar, el otro gran protagonista que no puede faltar en la mesa esa noche es el vino, el cual es aportado por varias bodegas DO del pueblo y cuyas botellas, con la etiqueta conmemorativa de esta 56 edición de la Festa des Vermar, se pueden adquirir al precio de un euro.