Transacción inmobiliaria de gran calado en la Serra de Tramuntana. La histórica Granja d’Esporles, cuyas raíces se remontan incluso a la dominación romana, ha sido vendida por la familia Seguí, según han confirmado trabajadores y personas conocedoras de la realidad municipal.
Como ya informó este diario, la finca llevaba en venta varios años. En un primer momento, el precio ascendía a 17 millones de euros, aunque después se rebajó a 12 millones, según figuraba en el catálogo inmobiliario de IPS, que calificaba la propiedad de «sublime».
A la espera de que se confirmen oficialmente las intenciones de la nueva propiedad, el paraje es un sitio goloso porque, cuando se puso en venta, se destacaron las posibilidades que tiene de albergar un establecimiento hotelero de lujo, como ya dan por hecho los vecinos de la localidad.
Está previsto que La Granja de Esporles esté cerrada ya al público el mes que viene, pero antes, a modo de despedida, ha establecido una tarifa reducida de visita de 10 euros.
Siglo diecisiete
La singularidad de la possessió la convirtió en uno de los principales atractivos de la Serra tanto para turistas como para residentes. Su edificio principal, que data del siglo diecisiete y tiene una superficie de 3.800 metros cuadrados, está rodeado por jardines, estanques y pozos.
En los amplios salones de finca se organizaban eventos y todo tipo de celebraciones. También acogía muchas visitas escolares. El visitante podía disfrutar de un recorrido museístico, además del servicio de restaurante y de bar.
Los orígenes de la finca se adentran en lo más profundo de la historia. El terreno que actualmente ocupa La Granja de Esporles era muy valorado ya por los romanos debido al gran caudal de su manantial.
De hecho, todavía dispone de un gran salto de agua natural, como se lee en la web de la possessió, donde se recuerda también que fue de «gran interés para los árabes que dominaron la isla desde el siglo X hasta el XIII».
Con la conquista cristiana de 1229, la finca inició un nuevo capítulo de su historia como posesión feudal, hasta que en 1239 fue cedida a los monjes cistercienses, que la regentaron durante 200 años.
Después, la propiedad pasó a manos de Mateo Vidal. Durante otros 200 años sus descendientes fueron los dueños hasta que pasó a los Fortuny. La familia Seguí ha sido la propietaria hasta ahora, que ha culminado la transacción.
Señorial y agrícola
La Granja de Esporles se utilizaba como residencia señorial, pero también como explotación agrícola, igual que sucedía con otras grandes possessions de Mallorca. Llegó a albergar hasta más de 100 oficios.
En los próximos meses, la finca de la Serra de Tramuntana iniciará un nuevo capítulo de su larga historia.
Protagonista también en la crónica rosa
El 30 de junio del año 2012, la Granja de Esporles albergó la celebración del matrimonio entre uno de los propietarios de la finca, Carlos Seguí, y la presentadora de televisión Patricia Conde, pareja que se separó dos años después. El 5 de agosto del año 2013, once meses antes de ser proclamado Rey de España, el entonces príncipe Felipe y Letizia Ortiz celebraron su tradicional posado de verano en Mallorca con sus hijas, las infantas Leonor y Sofía.
