La subida progresiva del precio de las algarrobas ha implicado un aumento de robos en fincas productoras, una práctica que ha sumido en la «desesperación» al sector agrícola, que además denuncia ahora que cada vez es más frecuente la compra por parte de almacenes y particulares de género robado a un precio mucho más bajo del de mercado para después declararlo como propio. Estos compradores fraudulentos no preguntan la procedencia de las algarrobas, incumpliendo el protocolo fijado por la conselleria de Agricultura y que obliga a los productores y vendedores a declarar el polígono y la parcela de donde proviene el género para garantizar el control sobre la trazabilidad del producto.

Se trata de una práctica de la cual la Conselleria «es plenamente consciente», según el director general Fernando Fernández, y que se ha potenciado en los últimos tiempos coincidiendo con la campaña de cultivo de la algarroba, que va desde principios de agosto a principios de octubre, cuando aparecen «operadores no autorizados» que actúan como intermediarios en la compraventa de algarrobas y sobre los cuales asegura que la administración «ha puesto el foco».

El presidente de la Associació de Productors d’Agricultura Ecològica de Mallorca (Apaema), Miquel Coll, explica que estas prácticas «tienen que denunciarse alto y claro porque van en contra de los payeses y de los propietarios por culpa de unos cuantos personajes sin ningún tipo de ética ni escrúpulos». Coll asegura que los robos se denuncian pero que «muchas veces nos sentimos indefensos e impotentes» porque la Guardia Civil «a veces viene y otras dice que no tiene efectivos disponibles», a pesar de que la situación actual es una «locura», con payeses de toda la vida «a quienes les han robado tres veces este año».

En este sentido, Coll propone a la Conselleria que, con el objetivo de dificultar estas prácticas y «poner nombre y apellidos a todos los piratas que engordan con el sudor de otros», potencie el control sobre estas operaciones y analice el potencial productivo de las fincas: «Si sabemos el polígono y la parcela de todas las algarrobas declaradas, también podemos saber si las cantidades declaradas son las esperadas para aquella finca; si se alejan mucho de las esperadas, ya hemos encontrado a un posible comprador de algarroba ‘sin papeles’». Además, asegura que podría tirarse del hilo a partir de los anuncios que empiezan a proliferar en portales de compraventa por parte de gente que se ofrece para comprar algarrobas.

Por su parte, Miquel Gual, presidente de la cooperativa Camp Mallorquí, también confirma que esta situación «va a más» debido al elevado precio de la algarroba, que se paga a dos euros el kilo en la actualidad. 

A su entender, el actual sistema de control «no es satisfactorio» porque las compraventas se formalizan en base a «declaraciones juradas» que son fáciles de manipular. Gual explica que ya se reclamó en su día al Govern que ponga en marcha un sistema similar al aplicado en otros sectores, consistente en la expedición a los productores de una tarjeta electrónica que contenga toda la información de la explotación agraria para así comprobar si los productos declarados concuerdan con la posibilidad de la finca.

El Govern potenciará las inspecciones a los almacenes

El director general de Agricultura, Fernando Fernández, constata que los robos de algarrobas «han aumentado mucho en los últimos diez días después de un agosto tranquilo», principalmente en las zonas de Santa Eugènia-Sencelles y Santanyí-Ses Salines, lo que califica como un «problema grave para la renta de los agricultores». «Cada día recibo información sobre nuevos robos», asegura, y añade que la coordinación con la Guardia Civil «es muy estrecha».

Respecto al aumento de las operaciones fraudulentas, Fernández culpa directamente a los «operadores no autorizados» sobre los que se tratará de estrechar el cerco cuando finalice la actual campaña para «comprobar si las cantidades justificadas se corresponden con la facturación». El año pasado se impusieron seis sanciones de entre 30.000 y 40.000 euros por estas prácticas. aaaaa