Unas 200 personas han respondido este sábado por la mañana a la convocatoria del ‘paddle out’ organizado por las asociaciones Arrels Marines y Mar de Fondo para reivindicar la puesta en marcha de soluciones efectivas para revertir la degradación ambiental que afecta a la Badia de Pollença.
A bordo de pequeñas embarcaciones como paddle-surf o piraguas, los manifestantes se han concentrado en la bahía portando pancartas que denunciaban la presión a la que está sometido el Moll de Pollença y reivindicaban acciones a favor de recuperar los ecosistemas en esta zona del norte de Mallorca que desde hace años padece numerosos problemas de falta de saneamiento, fondeos incontrolados y desarrollo urbanístico, entre otros.
Durante el acto, los organizadores han leído un manifiesto en el que han advertido que los ‘pollencins’ «están perdiendo una auténtica joya de la naturaleza» y que tras la «belleza, riqueza y bonanza» que ven algunos «hay una realidad muy distinta». «La zona de baño en la que generaciones anteriores disfrutaban se ha visto gravemente afectada y los ecosistemas de esta zona resguardada y única de la bahía de Pollença han sido degradados por el descontrol y una gestión muy deficiente», denuncian las entidades organizadoras del acto reivindicativo.
Estudios
Han recordado que en los últimos meses se han hecho públicos varios estudios sobre la calidad del agua y los ecosistemas marinos del Port de Pollença, como los elaborados por el IMEDEA y Arrels Marines.
Estos informes reflejan una situación muy preocupante como consecuencia de una red de saneamiento deficiente que genera de forma frecuente episodios de contaminación fecal en el mar. Asimismo, los fondeos y el tráfico marítimo «son factores que contribuyen a la degradación», denuncian, provocando la pérdida de vegetación y favoreciendo la turbidez del agua. También apuntan que la pesca recreativa «sin control» agota los recursos y que la estructura del puerto «obstruye las corrientes marinas» generando una gran cantidad de residuos y un exceso de nutrientes.
La mala regeneración de las playas con sedimentos procedentes de canteras y el desarrollo urbanístico también se indican como graves problemas que inciden directamente sobre la mala salud ambiental de la bahía.
En consecuencia, los organizadores reclaman actuaciones para mejorar la actual red de aguas residuales y disminuir la turbidez de las aguas mediante una regulación de las actividades que afectan a la estabilidad del sedimento. Por último, exigen la restauración de los ecosistemas marinos y que se controle la calidad de las aguas subterráneas y otras fuentes de eutrofización (exceso de nutrientes) que impiden la recuperación ambiental de las aguas de la bahía pollencina.
