Sant Joan vivió su día grande de fiesta. Tras el dinar de pecadors, los dimonis del Centre Cultural salieron de sa princesa para celebrar la glosada de sa Condemna. Ya juzgados, los dimonis fueron encerrados en el Ayuntamiento para después lograr escaparse y celebrar la ansiada sortida rabiosa bajo el lema «qui no vol pols que no vagi a l’era».