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FENT I DESFENT caos circulatorio en la serra

Sevillano tiene trabajo en la carretera de la serra

Querida. El calor va a acabar conmigo este verano. Como buen mallorquín intento alejarme del agua todo lo que puedo pero ha llegado un punto en que salir de casa es como meterse en un fuego infernal. Ese calor es el responsable de que me haya hecho socialista, armengolista y, por si fuera poco, ahora incluso Apesteguia me ha abducido. Y con toda la razón del mundo cuando se refiere al parque temático en el que se ha convertido la Serra y sus carreteras intransitables. Los que vivimos ahí, en las montañas, ya no podemos hacer nuestra vida con tranquilidad o normalidad, ni pasearnos, ni mucho menos coger el coche si no queremos que nos dé un infarto en el intento. No tenemos plazas, ni calles, ni aparcamientos ni carreteras que aguanten lo que este verano los héroes de la Serra estamos soportando. Y te pondré un ejemplo: vete tú a cualquier pueblo de la Tramuntana e intenta caminar en línea recta por cualquiera de sus calles más céntricas o importantes. Verás que es un trasiego de gente donde uno no camina, sino que se dedica a esquivar a los que vienen de frente. En fin, querida, lo pudiste comprobar el otro día en Deià. Desde el parque-show de la Serra se te saluda con amor.

Querido, el otro día cuando te sustituí en Deià lo entendí todo. Primero comprendí que te quiero pero desde la distancia y segundo le encontré justificación a nuestro intercambio epistolar dominical. Nos vemos dos veces al año y mi excursión a Deià [aunque no nos vimos] ya cuenta. Así que nos vemos en Navidad o vienes tu al Pla. Mi mallorquinidad me impide frecuentar aglomeraciones y desde que he terminado las vacaciones no hago otra cosa que perderme entre la multitud pero lo del otro día en Deià... va ser gros. Bueno, tú ya lo sabes porque te llamé toda histérica porque no encontraba aparcamiento. Héroes es poco lo que sois. Menuda inyección de paciencia. Me dejas un día en Sóller o en Deià y me da un infarto. Casi me da uno solo de llegar a Deià, rezando por la MA10 que no viniera un bus de frente para luego, una vez en el centro, encontrarme un caos. Entre turistas que no saben que es una acera, coches en doble fila para pararse a hacer el recado, camiones de carga y descarga y coches y más coches, entiendo perfectamente que Apesteguia y Tramuntana XXI pidan a gritos una regulación. Nuestro Sevillano tiene trabajo. ¡Desde el Pla con amor!

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