El caos circulatorio está a la orden del día en Deià. Más ahora, en plena temporada alta. Coches, motos, estacionamientos en doble fila, camiones o furgonetas de carga y descarga, conductores en busca de aparcamiento o visitantes paseando en plena calzada, pero cuando hay autobuses de por medio, el colapso es total.
Por ello, el alcalde, Lluís Apesteguia, reclama una solución «ya». El problema no es nuevo, pero la solución requiere rapidez. Así, pide a las instituciones competentes medidas valientes y a corto plazo porque la carretera MA-10 de la Serra de Tramuntana sufre graves colapsos de circulación, algo que se agrava cuando cruza municipios como Deià.
En este sentido, Apesteguia, con el apoyo de Tramuntana XXI, ha reclamado una regulación.
«La Serra en todo su conjunto debería tener un estudio de la capacidad de carga de vehículos, tanto de las carreteras como de los municipios y de la cantidad de aparcamientos que pueden asumir. A partir de aquí, se deberían establecer las medidas de control al acceso a la Serra que sean necesarias. La Serra de Tramuntana tiene nueve entradas, por lo tanto, sería factible llevar a cabo este control sin suponer una gran inversión», desgrana Apesteguia que desvela que, según datos del Consell de Mallorca, por la MA10 a su paso por Deià circulan una media diaria durante todo el año de 7.700 coches.
«Esta cifra es completamente insostenible porque no lo puede soportar ni la carretera ni el municipio», sentencia el primer edil que reclama una regulación al Consell. «Debe proponerla la administración competente y los Ayuntamientos ayudaremos en lo que haga falta», mantiene Apesteguia que también implica a Tráfico. Como ejemplos de regulación expone establecer un sistema por cupos de acceso, por orden de llegada o por petición previa, con el fin de llevar a cabo «el control necesario para garantizar que quienes nos visiten disfruten, pero también para preservar un espacio protegido y para preservar la calidad de vida de los residentes».
«Nos gusta que nos pueda visitar todo el mundo, pero no todo el mundo nos puede visitar al mismo tiempo», razona el primer edil que recuerda que al punto del mediodía en Cala Deià o a la puesta de sol en Son Marroig la carretera es un auténtico «colapso porque hay coches aparcados por todos lados sin que las autoridades competentes regulen ni sancionen estas conductas imprudentes que repercuten en la seguridad de la carretera».
El alcalde de Deià señala que «uno de los problemas principales es el paso de grandes vehículos, sobre todo, autobuses que por el tipo de carretera (estrecha y con pronunciadas curvas) deben invadir el carril contrario, lo que implica un «grave peligro para la circulación». Estos vehículos sumados al incremento de tráfico por la temporada turística genera una situación de colapso al centro del núcleo urbano de Deià, repercutiendo en la vida diaria de los vecinos. «Hay momentos que la vía queda absolutamente colapsada.
Entre las 13.30 y las 14 horas, hay días que coinciden dos autobuses de línea y los turísticos haciendo el tráfico inviable», describe. El colapso, asegura, puede prolongarse 45 minutos, incluso, una hora. «La Serra de Tramuntana no es un parque temático» sentencia el vicepresidente de Tramuntanda XXI, Joan Mayol, que reclama fijar límites.
Entre las propuestas están mejorar la coordinación de los horarios de bus de línea y los turísticos para evitar que coincidan, reducir las dimensiones de los autobuses y que se regule el número de vehículos que circulan por la Serra. Para poder avanzar en la búsqueda de soluciones, se ha pedido una reunión con el conseller insular de Movilidad, Iván Sevillano.
A todo ello, hay que sumar los ruidos y la peligrosidad por conductas incívicas de vehículos que circulan por la carretera de la Serra a gran velocidad.
