La ampliación de la pequeña escuela de Son Carrió, el CEIP Sant Miquel, que permitirá tener 150 alumnos repartidos en seis aulas de educación primaria ha contentado a un sector de padres que reivindicaban la ampliación de estas instalaciones que datan de 1931 en tiempos de la república y que pasarán de tener 1.200 a 3.300 metros cuadrados. Pero por otra parte está un sector de carrioners, que ven necesaria la reforma del centro, sí, pero la ven desmesurada para las necesidades del pequeño núcleo poblacional. Son vecinos que llevan toda su vida viviendo en él. Piensan que antes de afrontar esta gran reforma se tendrían que haber evaluado las prioridades educativas de los vecinos del municipio y valorar las consecuencias que esto supondrá para Son Carrió.

Vecinos de Son Carrió critican la ampliación del colegio público | B.C.

Dicen que la implantación de este sistema de enseñanza, que entre ellos tiene sus detractores y defensores, ha provocado un crecimiento desmesurado de plazas en las aulas, generalmente por gente de otros municipios, por haber pocas centros que las ofrecen. Pero también que los vecinos de toda la vida pierdan peso en el sistema educativo y que una cantidad considerable de padres, hayan optado por llevar a sus hijos a la escuela de Sant Llorenç o sa Coma, dicen que solo en el curso que viene 2022-23, en etapa de infantil de 3 a 6 años, de los seis alumnos nacidos en Son Carrió, la mitad se ha matriculado en otros centros por desacuerdo con la metodología. Consideran que el hecho que en el centro hasta ahora puedan matricularse sin necesidad de ser residentes en Son Carrió, ha creado un incremento de gente de fuera del municipio, que ha afectado socialmente a sus vecinos, puesto que la gran masa, no hace vida social, ni paga sus impuestos en el municipio. Además, dicen, ha causado un crecimiento urbanístico, inevitable, pero que ha llevado al encarecimiento del nivel de vida, de la vivienda y de los alquileres. Con esta situación, un joven carrioner que quiera independizarse, no puede por motivos de falta de vivienda. Piensan que el Ayuntamiento se tendría que haber planteado qué modelo de crecimiento quiere para el pueblo, si uno expansivo que les lleve a estar rodeados de urbanizaciones o si seguir con el crecimiento que había hasta ahora. Piensan que el desarrollo urbanístico es inevitable, pero creen que se puede hacer de una manera regulada y pensada.

«A lo mejor la mayoría de gente de Son Carrió no está dispuesta a pagar un precio tan alto y el Consistorio tendría que habérselo preguntado», esgrime una vecina. También se preguntan: ¿En vistas a este crecimiento poblacional, tiene previsto este Ayuntamiento cambiar de normativa urbanística, recalificar terrenos y por esto permite una escuela más grande? Cómo crecerá? ¿Consumiremos el suelo rústico que nos queda para hacer mas viviendas? ¿No es suficiente el ratio de la actual escuela, que tendría que reformarse, para atender la necesidades del núcleo de poblacional? Este, creen que debe ser el debate sin entrar en el modelo educacional que se emplea en la escuela. Consideran que se está rompiendo el tejido social de la población: «La gente de fuera viene a la escuela de aquí, sin que muchos de ellos hagan vida social en Son Carrió mientras nosotros nos vamos a Sant Llorenç y esto rompe el tejido social del pueblo», manifiesta una vecina. Tampoco ven justas las prioridades educativas que dan las autoridades al municipio, ya que tiene una falta de un centro de enseñanza secundaria, que obliga a sus vecinos a tener que acudir al centro de referencia en Artà o empadronarse en otro pueblo, para poder acudir a otros institutos y esto no ocurre con la gente que quiere traer su hijos al centro de primaria de Son Carrió. Ellos ven la solución en dejar el crecimiento normal de la pequeña población, que tendría ratios seguramente inferiores a diez alumnos, con un crecimiento controlado y que se den prioridad a otros temas, con la necesidad de un centro de enseñanza secundaria, que lleva muchos años de demanda. De lo contrario temen que se convierta en una escuela para disfrute de la gente de otras poblaciones.