Durante buena parte de la temporada s’Arenal es el particular paraíso para el turismo joven alemán. Pero existe un paréntesis en el que éste no es el turismo predominante. Sucede en junio, con el fin del curso escolar en España y la llegada masiva de grupos de estudiantes de la península. El pasado fin de semana fueron oleadas de jóvenes españoles los que hicieron notar su presencia en la noche que nunca se va a dormir de s’Arenal de Llucmajor, para desesperación de vecinos de la zona, quienes lamentaron las escenas de vandalismo nocturno que se produjeron.
Así lo airearon los propios residentes en las redes sociales y el partido Llibertat Llucmajor, que denunció que, «otro año más», el Ayuntamiento «ha abandonado a los vecinos de s’Arenal a su suerte con la oleada de incivismo y vandalismo que trae el llamado ‘turismo’ de estudiantes».
Inmediatamente, el alcalde de Llucmajor, Eric Jareño (PP), respondió a estas críticas y aseguró que el Consistorio «lleva meses trabajando» para afrontar este tipo de situaciones.
«Ayer [en referencia al domingo], fue el primer día en que hubo bastante gente por la calle, pero hemos puesto personal con horas extra [de Policía]. Había Guardia Civil, además de unidades de Tráfico y GRS. Lo que pasa es que es difícil ponerle puertas al campo cuando salen miles de estudiantes, es difícil tenerlos controlados a todos. Con las herramientas que tenemos, intentamos que el impacto sea el mínimo posible», declaró Jareño, al ser preguntado por este diario.
«Ayer [en referencia al domingo], fue el primer día en que hubo bastante gente por la calle, pero hemos puesto personal con horas extra [de Policía]. Había Guardia Civil, además de unidades de Tráfico y GRS"
Las escenas que relatan los vecinos describen un s’Arenal «invadido» por grupos masivos de estudiantes españoles, desde la primera línea de la localidad hasta la zona del aparcamiento del Aqualand. En los vídeos difundidos en las redes sociales, se ve cómo centenares de jóvenes estaban de noche en la playa y cómo prácticamente colapsaban una parada de taxis de la localidad.
«Estas oleadas se hacen sentir por los vecinos, quienes son despertados por los ruidos, muchas veces ocasionados por objetos rompiéndose y gritos, y el miedo que ocasiona que muchos menores estén bebiendo alcohol por la vía pública en plena medianoche. Todo vecino que tiene el coche aparcado por s’Arenal juega una lotería en saber si se encontrará sus retrovisores rotos cada día durante estas fechas», expuso Llibertat Llucmajor, en una nota de prensa.
«Estas oleadas se hacen sentir por los vecinos, quienes son despertados por los ruidos, muchas veces ocasionados por objetos rompiéndose y gritos, y el miedo que ocasiona que muchos menores estén bebiendo alcohol por la vía pública en plena medianoche"
Aumento del 10%
También se pronunció ayer sobre este descontento vecinal el inspector jefe de la Policía Local de Llucmajor, Sergi Torrandell, quien defendió que se han implementado «todas las medidas» a su alcance. Recordó asimismo los «imponderables» de este inicio de temporada, como consecuencia de una falta generalizada de personal en el sector turístico, que también ha afectado a la seguridad privada. «Aun así, nosotros hacemos nuestro trabajo y esta semana aumentaremos la plantilla en casi un 10 por ciento», aseguró Torrandell a este diario.
Además del aumento de la plantilla policial, Llibertat Llucmajor defendió la necesidad de que se instalen cámaras de vigilancia y de que el Ayuntamiento aplique con rigor la ordenanza de convivencia cívica.
·Más información de Llucmajor en Diario de Mallorca.