Si la solidaridad fuese una asignatura, los alumnos y alumnas del colegio Beat Ramon Llull de Inca obtendrían un aprobado general, y además con muy buena nota. Entre 400 y 500 escolares de este colegio ‘inquer’ han participado este viernes en una nueva edición de la ya tradicional Cursa Solidària, que en esta ocasión se ha organizado por una causa que a los participantes les toca muy de cerca: recaudar fondos para mejorar la calidad de vida de dos compañeros: Xisco Pol, de 9 años, y Umma, de 10 años. 

En el caso de Xisco, el objetivo de la iniciativa es ayudar económicamente a sus padres, que han tenido que desplazarse a Barcelona para acompañar a su hijo, recientemente trasplantado de médula ósea, lo que les ha obligado a dejar sus trabajos para instalarse temporalmente en la capital catalana. 

Por su parte, Umma padece el síndrome Charcot-Marie-Tooth, una de las enfermedades consideradas raras que la obliga a vivir postrada en una silla de ruedas con un alto grado de dependencia. En este caso, la intención de la entidad Inca-Mallorca Solidària, que colabora en la iniciativa, es la de comprar un vehículo adaptado valorado en unos 8.000 euros para facilitar los desplazamientos de la joven alumna.

Tanto el colegio como la citada asociación solidaria esperan recaudar el máximo posible de fondos para ceder a las dos familias. Cada uno de los niños participantes había buscado patrocinadores entre amigos y familiares antes de la carrera. Cada vuelta que hacían a la manzana del colegio multiplicaba la cantidad que será destinada a la causa solidaria. El pasado año se consiguieron 4.300 euros para otro proyecto.