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Calvià

Los secretos de la posidonia milenaria de Calvià

Un estudio cifra en 2.300 años la antigüedad de este tapiz marino en Illetes, un activo natural clave para Balears

Un apneísta nadando en un fondo de arena y posidonia. | MIQUEL GOMILA/CEDIDA POR FUNDACIÓN MARILLES

La posidonia, dicen los expertos, es un chollo. Entiéndase la expresión como algo que es muy barato, pero que da múltiples beneficios. Este tapiz marino mejora la calidad del agua, captura dióxido de carbono (no dejan de ser plantas), evitando que esas emisiones vayan a la atmósfera, y favorece la biodiversidad. Una misión que llevan cumpliendo de forma constante desde hace miles de años. 2.355 años, para ser más precisos, en el caso de la pradera de posidonia de Illetes, en Calvià, y ‘apenas’ 128 años en el litoral de Puerto Portals. Así lo revela un estudio presentado ayer por el Grupo de Ecología de Macrófitos Acuáticos (GAME) del Centro de Estudios Avanzados de Blanes y la Fundación Marilles; un informe que toma como base los muestreos realizados en el verano de 2021 en Cala Comtesa (Illetes) y la costa de Portals Nous.

El estudio destaca el papel regulador clave de esta vegetación marina en la lucha contra las emisiones contaminantes. Cada hectárea de posidonia de un metro de grosor ‘almacena’ unas 1.600 toneladas de dióxido de carbono, una cantidad equivalente a lo que emiten 1.000 coches en un año. El responsable del GAME, del CEAB-CSIC, y director del estudio, Miguel Ángel Mateo, expuso una metáfora muy gráfica para entender la función que cumple la posidonia: «Hace una función de alfombra». Una alfombra, continuó explicando, como esas que las familias van levantando para acumular debajo la suciedad.

«Capturan sustancias contaminantes y capturan también dióxido de carbono», indicó Mateo, quien citó estudios que revelan que en todo el mar Mediterráneo está «enterrado» el 80% de las emisiones que ha habido desde la Revolución Industrial. «Y, si degradamos las praderas, todo ese carbono puede acabar reemitiéndose a la atmósfera», agregó.

La posidonia de Illetes tiene 2.355 años

La posidonia de Illetes tiene 2.355 años Fundación Marilles

Prosperidad

Sobre ese peligro de degradación, incidió también el director de la Fundación Marilles, Aniol Esteban, quien manifestó: «No somos conscientes de hasta qué punto el futuro de la prosperidad económica de Balears y el bienestar de sus ciudadanos está íntimamente ligado al porvenir de este valioso hábitat».

«No somos conscientes de hasta qué punto el futuro de la prosperidad económica de Balears y el bienestar de sus ciudadanos está íntimamente ligado al porvenir de este valioso hábitat»

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Y puso dos ejemplos: el turismo y la pesca. Sin posidonia, no hay aguas transparentes como las de Balears ni la biodiversidad marina de la que se beneficia el sector pesquero. De hecho, un estudio realizado en 2019 por la Fundación Marilles estimó en 622 millones de euros el valor de las praderas de posidonia de Balears.

En la Comunidad, añadió Esteban, «se está haciendo mucho trabajo para conservarla», pero, al mismo tiempo, los peligros acechan a esta rica alfombra marina; peligros como el impacto de los fondeos, las obras en el litoral o el calentamiento del agua. Por eso consideró necesario seguir aumentando la inversión y abordar medidas como la regulación de los fondeos o la ampliación de las zonas de baño. Por su parte, la investigadora del Imedea y colaboradora del estudio, Núria Marbà, señaló que en puntos de la Bahía de Palma y de la costa entre Magaluf y Palmanova se nota ya especialmente la pérdida de posidonia en «extensión y abundancia», y recordó que los 650 kilómetros cuadrados de esta vegetación marina que hay en Balears absorben el 7% de emisiones anuales de la Comunidad.

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