El Govern ha iniciado este jueves las tareas de exhumación del cementerio de Selva con el objetivo de encontrar los restos de dos víctimas del franquismo: Pedro Morro Payeras, natural de sa Pobla y residente en Campanet, y José Luis Santo Toribio del Castillo, originario de Sevilla y residente en Inca.

Según un estudio realizado por Manel Santana, un mínimo de siete personas fueron víctimas de la represión en el municipio de Inca en 1936, la mayoría de las cuales habrían sido asesinadas en lugares alejados de Selva. No obstante, existe documentación sobre dos personas que fueron enterradas en el cementerio de Selva y que se corresponderían con las víctimas cuyos restos se están buscando.

El Registro Civil contiene indicaciones sobre la localización de las fosas donde fueron inhumados, un espacio que la Sociedad de Ciencias Aranzadi sondeará durante los próximos siete días con la esperanza de que aparezcan los restos de ambas víctimas.

«Abrimos la fosa del cementerio de Selva con la esperanza de encontrar los restos de Pedro y José Luis Santo Toribio, pero también con la prudencia de saber que 86 años son muchos y puede ser complicado localizar los cuerpos. Aun así es importante intentarlo, todo esfuerzo es poco para dignificar estas personas y cerrar las heridas», ha explicado Jesús Jurado, secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática del Govern.

Aunque se dispone de muy poca información sobre ambas víctimas, en el caso de José Luis Santo Toribio, la causa judicial 342/1936 sobre su asesinato aporta algunos datos que pueden resultar clave para la identificación: el cadáver presentaba una herida por arma de fuego con orificio de entrada en el mentón y de salida en la región occipital, según la autopsia; fue enterrado con las ropas que vestía: camiseta blanca, pantalón negro y cinturón de piel. Tenía 25 años y estaba casado. De profesión era feriante. Fue asesinado el 27 de agosto de 1936. Su cadáver fue descubierto en la finca el Olivar de Son Ripoll, en Selva, e inhumado en el cementerio municipal.

Por su parte, Pedro Morro Payeras tenía 20 años. Residía en Campanet pero probablemente había nacido en Sa Pobla. De profesión desconocida. Fue asesinado el 30 de agosto de 1936.