«Si el niño está nervioso la madre también. Estas son pequeñas cosas que ayudan muchísimo», explica Janka Jurkiewicz, la nueva inspectora jefe encargada de la Brigada Local de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Manacor, mientras presenta la nueva ‘sala amable’ estrenada por la comisaría con el fin de hacer más llevadera la estancia en el cuartel en los momentos complicadas de plantear una denuncia por violencia de género.
«Un espacio sencillo pero que nace de la implicación y colaboración y con el fin principal de no mezclar a las víctimas con los posibles agresores durante el proceso», señala el jefe de la comisaría, Gustavo Cervero, quien recibió este martes tanto al alcalde de Manacor, Miquel Oliver, y el presidente de la Fundación Hadas Kids, Miquel Àngel Villalonga, para mostrarles la nueva estancia y el papel que Jurkiewicz tiene desde hace casi dos meses en la capital del Llevant.
Una responsabilidad que pronto será conjunta también con la Policia Local de Manacor, con el fin de formar equipo activo en el programa VioGen contra la violencia de género. En estos momentos y según los datos de la Policía Nacional en Manacor se presentan entre 10 y 15 denuncias mensuales en este sentido, «aunque hay temporadas que pueden llegar a más de una diarias, sobre todo en verano», apunta el subinspector Jaume Riera, responsable en Manacor de la UFAM o Unidad de Familia y Atención a la Mujer.
El alcalde de Manacor dio las gracias tanto a la Fundación Hadas como al cuerpo policial por «la sensibilidad demostrada siempre en este tema, que cada vez ayuda más a la concienciación social. Se trata de crear un espacio lo más cómodo posible en momentos tan desagradables».
«Actualmente en Manacor hay unas 120 personas protegidas por violencia de género», recuerda Cervero, con la colaboración de nueve agentes y la implicación activa del ayuntamiento «en un tema tan delicado y preocupante». Por su parte el presidente de Hada Kids, que protege a niños y madres en crisis de exclusión y cualquier tipo de peligro relacionado, ha subrayado «la importancia de una ‘sala amable’ que no cree un espacio hostil para el pequeño». Un despacho habilitado y ambientado con decoración infantil, libros y juegos.
