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Inclusión social

Un mar lleno de oportunidades en Cabrera

El parque nacional y el centro de día de Mater suman sinergias y emprenden el pionero proyecto de crear una brigada de voluntarios para recoger residuos en las playas. Esta semana uno de los equipos ha realizado la primera limpieza del litoral

Un mar lleno de oportunidades | Mater

El Parque Nacional de Cabrera y el centro de día de Mater han aunado esfuerzos para emprender el proyecto Marplena...d’oportunitats, una iniciativa de voluntariado ambiental dirigido a personas con diversidad funcional. Así, la primera brigada formada por siete usuarios del centro de día ya ha desembarcado esta semana en Cabrera en búsqueda de residuos en sa Platgeta. De este modo, Marplena...d’oportunitats se convierte en una herramienta de inclusión comunitaria y de transformación social.

Foto de familia de todos los participantes. Mater

José Romero es el director adjunto del parque nacional, además es padre de uno de los usuarios de Mater. Revela que la idea surgió «por la necesidad de implicar a las entidades del sector social en el día a día del parque con el fin de que estas personas se impliquen, aprendan y su voluntariado sea un motivo más de mejora para ellos». «El parque tenía un déficit de este tipo de voluntariado», admite. «Le dije que veía factible crear una brigada de voluntariado para que las personas con discapacidad tengan el mismo derecho de participar en actividades que repercutan en la sociedad», interviene la coordinadora del centro de día, Martha de la Rocha.

«Normalmente suelen ser ellas las beneficiarias del voluntariado», reconoce. «Siempre son receptores de voluntarios y que sean ellos los voluntarios es complicado», admite la coordinadora. Ahora se da la vuelta al concepto más común del voluntariado y son las personas con diversidad las que tienen un papel activo en el voluntariado. Martha de la Rocha tiene claro que esta iniciativa permite a los usuarios de Mater «ejercer su derecho a la participación en la sociedad». «Es el principal beneficio», remarca, además de «contribuir a una mejora del medio ambiente en el territorio donde viven». La coordinadora también destaca la importancia de desarrollar la actividad en compañía de los educadores del parque.

Jeni descubre una estrella de mar a vista de microscopio en el centro de interpretación. Mater

Con esta inercia entre Cabrera y Mater, se ha desarrollado un voluntariado específico para estas entidades. «Intentamos hacer un convenio marco que sirva para cualquiera asociación que quiera desarrollar su trabajo con estas personas en el parque nacional. Se trata de trabajos adaptados de limpieza del litoral», puntualiza Romero.

Así, los usuarios de Mater, antes de emprender el trabajo de campo, han recibido formación pedagógica en el centro. Son actividades, explica De la Rocha, que tienen que ver en entender qué es un voluntariado, qué es Cabrera, qué son los residuos y el reciclaje y cómo clasificarlos. «Lo han hecho a través de pictogramas de playa limpia / playa sucia», explica la coordinadora.

Antes de desembarcar en Cabrera en búsqueda de residuos, han conocido el Centro de Interpretación de la Colònia de Sant Jordi. Ha sido un primer contacto con los educadores ambientales del parque y han realizado la primera práctica recogiendo residuos en la playa de la Colònia de Sant Jordi. En el terreno, «hemos visto que les salía de manera natural, que son capaces de hacerlo», celebra De la Rocha.

Arturo recogiendo residuos.| MATER

Arturo recogiendo residuos.| MATER

Así, con todo lo aprendido, la primera brigada de siete usuarios de Mater se ha equipado esta semana de guantes, gorras y camisetas que los identifica como voluntarios para desembarcar en Cabrera junto a terapeutas de Mater y personal del parque y limpiar las playas de la bahía. «Esta primera jornada ha sido muy fructífera», admite Romero, que puntualiza que ahora les queda el trabajo de clasificación de residuos.

Es un proyecto pionero que ilusiona a todos los implicados. «Ha sido precioso», ha confesado De la Rocha al ver la brigada en acción pero los propios usuarios no escondían su ilusión. Así, Dolores Alcalde, una de las participantes, ha dejado claro sus ganas de desembarcar en Cabrera en busca de «botellas para tirar a la basura». «Muy bien» se lo ha pasado José Romero, otro de los usuarios, igual que Arturo Gonzalvo.

Está previsto que durante esta temporada la brigada realice cuatro salidas pero Romero avanza que «la idea es prolongar las actividades en los años siguientes tanto para Mater como para otras entidades. Todo ello se haría a través de un convenio marco».

Alberto observa uno de los residuos encontrados junto a Jesús, que trabaja en el parque. Mater

«Fundamentalmente en Mater está enfocado a chicos con TEA (Trastornos del Espectro Autista). Está pensado para que desarrollen su propia conciencia de lo real. Es decir, que salgan del aula, que vean el día a día, que se integren, que formen parte del mundo laboral, en este caso, del voluntariado y que vean que su trabajo sirve. Y que nos sirva a nosotros. Es un feedback. Nosotros obtenemos un trabajo que nos sirve para tener limpias las playas y ellos ganas mucho más que nosotros. Ganan la satisfacción de haber colaborado. Los resultados los van a ver porque van a ir a la playa y la verán limpia. Es importantísimo que puedan integrarse en una vida laboral», destaca Romero, que hace hincapié en que «la gran motivación es que se sientan útiles. Tener un papel activo en el voluntariado». En principio, puntualiza, la limpieza del litoral se centra en las playas principales de Cabrera pero el objetivo es salir más adelante con ellos en las calas del sur que son las que más residuos reciben. Además no descarta que el año que viene también se pongan con las plantas alóctonas.

Noa, técnica del centro de día, acompaña a Ana, una de las voluntarias. Mater

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