No estamos en enero pero este sábado sa Pobla ha revivido la chispa de Sant Antoni con una emotiva mañana santanoniera en la que han salido los Caparrots con un pasacalles y han bailado tal y como hacen enla festividad en honor al patrón de los animales. Los Caparrots, después de dos años de estar confinados debido a la pandemia y no poder celebrar la fiesta tan propia y arraigada de Sant Antoni, han realizado un pasacalles a plena luz del día y a favor del fondo de Ucrania.
Las emociones estaban a flor de piel. Las campanas han tocado las doce y estas figuras tan queridas, acompañadas de la Banda Municipal y los Gegants, han empezado su recorrido desde la Plaza del Mercado hacía la Plaza Mayor, donde han danzado sus típicos bailes, entre la multitud que ha salido a la calle para disfrutar de los Caparrots, que fueron elegidos en 2020 y que han tenido que esperar hasta la primavera de 2022 para enfundarse en los trajes y protagonizar las danzas.
Como era de esperar, se han visto las caras de entusiasmo de los más pequeños que los descubrían por primera vez pero la ilusión se ha contagiado en toda la Plaza Mayor. Y es que ha sonado la música que se escucha en la Nit Bruixa. Así, sa Pobla ha sido tomada este sábado, en plena primavera, por la chispa de Sant Antoni y ha revivido la ilusión santantoniera compartida como pueblo. Sin el frío de enero y el calor de los foguerons pero con la misma devoción por el santo protector de los animales.
Pese a la alegría y la ilusión, a la vez ha habido cierta melancolía por disfrutar y honorar esta fiesta tan propia de la cultura tradicional poblera coincidiendo con la festividad del santo. El deseo ha sido unánime, poder celebrar Sant Antoni en enero de 2023.
Y si los Caparrots y la melodía típica de la Nit Bruixa han sido los grandes protagonistas de este sábado, se puede decir que otro foco de atracción han sido los más pequeños de sa Pobla, sobre todo, aquellos niños y niñas que descubrían estas figuras tan sentidas por primera vez. Y es que han tenido que esperar más de dos años para sentir las emociones que supone ver sus Caparrots.
Y, como también es tradición, antes y después del pasacalles que ha llenado sa Pobla del espíritu santantonier no ha faltado en los bares la gente merendando los típicos variats.
