Las mismas imágenes con un siglo de diferencia. En 1922, con motivo del tercer centenario de la inauguración del oratorio del Castell de Alaró, se publicó una colección de doce tarjetas postales en blanco y negro con fotografías generales del pueblo, del castillo y de la possessió de Son Fortesa. Cien años después, se han repetido las tomas desde los mismos ángulos, ahora en color. Las dos colecciones se editan conjuntamente en el marco de los actos conmemorativos del IV Centenario del oratorio de la Mare de déu del Refugi.
Las fotografías antiguas probablemente fueron tomadas por el artista Bartomeu Payeras Tortella, nacido en Inca en 1870 y que tuvo un taller de fotografía abierto hasta 1928. También se dedicó a la pintura. Las celebraciones de un siglo atrás fueron impulsadas por un grupo de personajes del pueblo que tenía como figura principal a Joan Rosselló de Son Fortesa, razón que explica la presencia de imágenes de su finca.
Una toma general del núcleo urbano constata el importante crecimiento experimentado en la zona del Camp Roig, en la parte más llana del municipio. Las imágenes de las murallas constatan el progresivo deterioro de la fortificación, que sigue pendiente del traspaso de la propiedad al Consell de Mallorca. En cambio, las del oratorio apenas han sufrido cambios.
Las imágenes actuales han sido tomadas por los fotógrafos locales Colau Lluka y Andreu Quintana, que en algunos casos han hecho malabarismos para localizar los encuadres exactos de hace un siglo. Sobre todo cuando trabajaban en las murallas.
La doble colección se presentará durante un acto que se celebrará mañana viernes día 22 en el Teatre d’Alaró. La publicación ha sido patrocinada por el Consorci de la Serra de Tramuntana a partir de una iniciativa del Ayuntamiento de Alaró y la Associació Cultural Al Rum. Las postales podrán adquirirse el día de la presentación, al día siguiente en la Fira del Llibre, que se desarrollará en la plaza, y el domingo, Día de l’Àngel, durante la romería al castillo.
La historia del oratorio comienza el 6 de noviembre de 1622, día en que fue bendecido. Fue la culminación de una iniciativa muy personal del párroco Joan Coll. Este cura binissalemer era un hombre de empuje. No se limitó a levantar la pequeña capilla sobre la cima. La dedicó a la advocación de la Virgen del Refugio y la asoció con Cabrit i Bassa, que en 1285 se habían opuesto a los planes del rey de Aragón para reincorporar el reino de Mallorca a su Corona. Coll hizo pintarlos a cada lado de la imagen de la Virgen. Asimismo, en una acción novelesca, se escondió una noche en la Seu, sacó dos supuestas costillas de los ‘mártires’ de sus tumbas, ubicadas en la capilla de la Piedad, y se las llevó al Castillo. Coll también fue el impulsor de la construcción de la actual iglesia alaronera. El templo gótico del siglo XIV había quedado pequeño para una población creciente.
La celebración del IV Centenario incluye un amplio programa de actos que abarca todo el año. La próxima cita será un concierto con órgano y otros instrumentos el 28 de mayo; en junio, será la OCB quien tomará el relevo en la Festa de la Flama; en agosto se presentará un audiovisual dirigido por Andreu V. Clar; en septiembre, los Voluntaris del Castell conmemorarán de forma especial el aniversario del oratorio; en octubre se presentará el juego ‘La conquista del Castell’ y en noviembre se prevé una exposición sobre el Castell. Hay otros actos ya programados y aún es posible que se incorporen otros.
