Tomeu Rosselló es el director del proyecto Alcúdia Tech Mar, una iniciativa que resume como «la palanca de cambio». «Es la generación de un ecosistema de creación y de conocimiento enfocado a la descarbonización del mar. Solo tenemos un instrumento contra el cambio climático que es nuestro entorno que debemos tenerlo armonizado y cuidado». Se explica: «La pandemia nos ha dejado claro que estamos en un monocultivo que provoca graves desequilibrios como hemos podido ver, parecerá que no ha pasado nada y continuaremos en los excesos pero lo que planteamos y hacemos efectivo es un cambio de modelo productivo. Lo hacemos efectivo en todos los sectores».
En el aspecto marítimo, se centra, «si analizamos los estudios de emisiones a la atmósfera que producimos en el mar la parte más importante sucede debido al transporte marítimo». Aquí, prosigue, «articulamos las palancas de cambio para hacer las transformaciones. Crearemos una nueva industria que es la transformación de las propulsiones marítimas. Tenemos la mayor flota de embarcaciones de recreo del Mediterráneo y la legislación en pocos años obligará a la eliminación de los propulsiones contaminantes. Queremos ser referentes en el Mediterráneo en la motorización hacia motores eléctricos o propulsiones de hidrógeno, hacia elementos no contaminantes». En el sector energético, continúa, una de las actuaciones es la generación de hidrógeno verde en el puerto.
Alcúdia Tech Mar ha sido declarado como estratégico y prioritario en los fondos Next Generation por el Govern. «Todas las administraciones lo impulsan pero es necesaria la colaboración público privada. Hemos buscado los partners idóneos para materializarlo». Así, avanza que ya hay acuerdos con las navieras que operan en el Port d’Alcúdia para utilizar el hidrógeno que se genere y así descarbonizar las líneas comerciales. A su vez, concreta Rosselló, «este hidrógeno que se producirá servirá para todo el ecosistema, todas las edificaciones de Alcúdia Tech Mar». «Crearemos un centro energético que será autosuficiente energéticamente y, a su vez, nos dotará de hidrógeno para el transporte público de la zona norte de la isla».
Además, explica, han preparado un cluster de innovación porque «generaremos un centro universitario del mar vinculado a todos los grados que está impulsando la UIB». Otra «cuestión muy importante», apunta, es el establecimiento de una subsede internacional de Naciones Unidas de preservación del Mediterráneo. Y es que desvela que el proyecto de Alcúdia Tech Mar «causó sensación y generó mucho interés» en la COP 22 en Antalya, Turquía, celebrada en diciembre. «Estamos pendientes de la visita a Mallorca de la coordinadora de Naciones Unidas del Plan de Acción del Mediterráneo», una visita que se materializará este verano. «Son muchas líneas que convergen. Lo importante es que haya multiplicidad de acciones y proyectos dentro de un ecosistema de acción para ser palanca de cambio. Necesitamos serlo para este modelo de transformación y ser referencia en el Mediterráneo», concluye Rosselló, que tiene claro que «estamos en un cambio de era claro» y que hay pocas salidas ante el cambio climático. «Como isleños debemos ser punta de lanza y cultivar nuestro entorno para generaciones futuras», defiende.
