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Energía

Agricultura autoriza ahora un parque solar que había vetado a cambio de plantar árboles

En mayo de 2021 se había desestimado el proyecto en la finca rústica Es Pelai de Binissalem porque era productiva, pero ahora da por buena la instalación porque la promotora se compromete a ocupar con algarrobos una extensión mayor al área de placas

Imagen aérea de la finca donde se proyecta el parque fotovoltaico, anexa a otra parcela donde ya hay una instalación solar.

La conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación ha sustituido un informe de mayo de 2021 en el que desestimaba el proyecto de construcción de un parque fotovoltaico en una finca rústica de Binissalem porque los terrenos eran productivos desde el punto de vista agrícola por otro dictamen emitido recientemente en el que se autoriza la instalación a cambio de una serie de medidas compensatorias como la siembra de árboles en el ámbito del proyecto fotovoltaico de Es Pelai, con una extensión de casi 350.000 metros cuadrados en unos terrenos clasificados como rústicos.

El primer informe negativo de Agricultura, de carácter vinculante y preceptivo, había sido incluido en una resolución de la comisión balear de Medio Ambiente que concluye que el proyecto fotovoltaico «puede tener efectos significativos sobre el medio ambiente», por lo que obliga a someterlo a una evaluación ambiental ordinaria. De hecho, la resolución medioambiental advertía que el informe negativo de Agricultura podría derivar en la «inviabilidad jurídica» del parque solar.

No obstante, ya no existe el escollo de Agricultura porque un nuevo informe emitido por este departamento y que todavía no ha salido a la luz pública autoriza ahora el proyecto en base a unas «medidas de integración agraria» presentadas por la promotora F&S Solar Binissalem SLU y dadas por buenas por el Govern, tal y como han confirmado fuentes de Agricultura. 

Básicamente, las medidas compensatorias aceptadas por Agricultura consistirían en el transplante, en un área de media hectárea, de algarrobos jóvenes que se ubicarían en el ámbito del parque fotovoltaico y en una nueva plantación del mismo tipo de árboles en una zona de trece hectáreas anexa a la finca donde se pretenden instalar más de 23.000 módulos solares.

De esta forma, se plantarían unas 13,5 hectáreas de nuevos cultivos de algarrobos en una extensión superior a la que ocupará el propio parque fotovoltaico, de unas 13 hectáreas.

El plan de compensación no contempla la siembra de otras especies como almendros o viñas porque la finca había sido afectada por la xylella, según añaden las fuentes de Agricultura.

El estudio de impacto ambiental presentado por la promotora del parque fotovoltaico y que Agricultura ha incorporado al expediente ha sido elaborado por una consultora vinculada al ingeniero agrónomo Joan Simonet, exalcalde de Alaró por el PP y actual gerente de Asaja, que también firma un informe agronómico del pasado enero en el que se plasman las medidas compensatorias adaptadas al nuevo proyecto. En este informe se estaca que la finca Es Pelai está «bastante antropizada y desarrollada» y que está ubicada a unos 300 metros de la cementera de Lloseta y es anexa a un parque solar existente. 

Destaca que el proyecto «se ajusta a lo requerido por la Ley Agraria» y que «en general los terrenos no son de elevada productividad y carecen de valores naturales especiales». Además, «con las medidas de compensación, la implantación del parque permitirá aumentar la actividad agrícola» y destaca que las medidas propuestas «demuestran una clara integración en la actividad agraria de la explotación», por lo que «se cumplen los requisitos establecidos» para que Agricultura «pueda realizar un informe favorable respecto al parque solar proyectado».

La nueva instrucción de la conselleria de Agricultura sobre la viabilidad del parque fotovoltaico de Es Pelai cuenta con el «consenso» de la dirección general de Energía y Cambio Climático, según aseguran fuentes del primer departamento. Ambas consellerias (Agricultura yTransición Energética), controladas por Podemos, habían ‘chocado’ en anteriores ocasiones por la dificultad de compatibilizar el mantenimiento de la actividad agrícola con la necesidad imperiosa de incrementar la producción de energías renovables.  

El director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, defiende en las redes sociales el proyecto solar de Es Pelai por «la necesidad de cambiar el modelo energético» y porque «no queda otra que incentivar los parques fotovoltaicos si queremos llegar a los objetivos marcados por la ley de cambio climático».  

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