Punto y seguido. El comité de empresa de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) ha anunciado este viernes la suspensión "temporal" de la huelga iniciada el pasado mes de octubre, aunque avisa que mantendrá las reivindicaciones "vivas" a la espera de que "el terremoto político y social" generado a favor del servicio ferroviario "arroje algún resultado" por parte del Govern. "En caso contrario, las movilizaciones se reanudarán con mayor virulencia", advierte la plantilla.

El comité de empresa argumenta que durante los últimos cuatro meses "ha quedado patente la incapacidad del Govern para reaccionar, su falta de voluntad, sus silencios y sus improvisaciones respecto a temas como el tranvía y las mejoras del servicio ferroviario". A su entender, la conselleria de Movilidad "está atrapada fatalmente en un estado de shock que no les permite dialogar, presentar la más mínima propuesta o actuar para resolver los problemas a corto plazo". La plantilla se otorga el mérito de "destapar" de forma "prematura" las "intenciones de privatización de los fondos europeos destinados a nuevas líneas de transporte sobre raíles". En este sentido, apuntan que "correrán peores tiempos para el ferrocarril en las isla" si el Govern "se dedica al montaje y venta de chiringuitos privados en lugar de aprovechar esta oportunidad que brinda el tranvía y los fondos europeos para resolver problemas estructurales de plantilla y de gestión".

Los trabajadores aseguran que, ante el inmovilismo del Govern, "lo más sencillo sería sucumbir a la ira" tras la última reunión mantenida con la Conselleria, en la que acusaron al ejecutivo de "renunciar" a lo pactado previamente "a cambio de vendernos una vez más el malogrado proyecto de tren a Artà". Ante esta situación, la plantilla podría haber "incrementado la intensidad de la huelga", aunque admiten que hubiera sido una "salvajada" y algo "muy injusto" para los viajeros. "No lo vamos a hacer, de momento, porque hay una alternativa", señalan.

Y la alternativa es el "gran logro" conseguido hasta la fecha "gracias al conflicto": el reconocimiento de los problemas, el apoyo social y la conciencia de sectores y grupos que han mostrado su apoyo a las reivindicaciones del comité, en referencia a los partidos como Més o Podemos, que forman parte del Govern y que "no pueden dejar que una materia troncal como el futuro del transporte sostenible se dirima en la oscuridad de la trastienda del Govern".

Por todo ello, la plantilla ha decidido "dar tiempo y espacio" para que los gestores y los políticos "trabajen" para "atender las necesidades del viajero y escuchar las soluciones que se proponen, principalmente generar empleo y dejar de sustentar el día a día a base de horas extras o servicios que no se pueden cubrir". "Tomamos esta pausa, con una huelga en su punto álgido, con una plantilla motivadísima, sabiendo que defender hoy su futuro es una tarea que dignifica la profesión", concluyen.