El ayuntamiento de Banyalbufar reclama a la entidad Ports de les Illes Balears que ponga orden de una vez por todas en las concesiones de los amarres de embarcaciones en la cala de la localidad porque, según destaca el alcalde Mateu Ferrà (El Pi), actualmente existe un «caos monumental» que está empezando a generar «alarma social» y conflictos vecinales.

Ferrà explica que en la actualidad hay una larga lista de espera de solicitantes de amarres mientras se mantienen en el pequeño muelle del municipio de la Serra embarcaciones que «ocupan una plaza de forma precaria». De hecho, hay personas que esperan un amarre desde los años 90 y se han dado casos de solicitantes que ya han muerto sin llegar a disfrutar de una plaza en el muelle. El alcalde asegura que en algunos casos los titulares de una concesión ya han fallecido y son sus familiares quienes han heredado la plaza de forma irregular.

«Estas cosas deberían tramitarse de forma más rápida porque en caso contrario se crean unos odios y una alarma social que no son convenientes», apunta Ferrà, que cifra en una veintena las plazas que se siguen ocupando de forma irregular. «Hay gente que ha pagado su cuota y tiene la ilusión de poder optar a un amarre y no puede por falta de plazas; en este caso la administración ha actuado de forma totalmente pasiva», lamenta el regidor de El Pi.

A pesar de la situación de «caos» que denuncia el alcalde, Ferrà admite que ya se han empezado a dar los primeros pasos para regularizar la situación. De hecho, el pasado mes de octubre el Govern instó a un total de 338 amarristas de diversos puertos de Balears, entre los que figura el de Banyalbufar, a solicitar una nueva autorización para mantener su plaza, un trámite que debía llevarse a cabo antes del 31 de diciembre. En el caso de Banyalbufar, deben renovar sus autorizaciones un total de 22 amarradores. Según una actualización del pasado mes de febrero de 2021, el puerto de la localidad de la Serra tiene una lista de espera de 45 solicitantes, cuatro de ellos desde los años 90. 

Por otra parte, el ayuntamiento de Banyalbufar también está pendiente de que se retomen las obras de mejora de la seguridad en el puerto, parte de las cuales se ejecutaron antes del pasado verano y debían reiniciarse una vez acabada la temporada estival, aunque finalmente no fue así a pesar de que, según Ferrà, existía el «compromiso» de que los trabajos se llevarían a cabo durante el pasado año 2021.

El pasado mes de noviembre se publicó en el Boib la resolución de la comisión balear de Medio Ambiente, que concluye que no es necesario someter el proyecto a una evaluación de impacto ambiental ordinaria siempre que se cumplan una serie de medidas propuestas en el documento.

Las obras tienen el objetivo de mejorar la seguridad del puerto, donde algunos elementos presentan un mal estado de conservación. Según la resolución de Medio Ambiente, las infraestructuras existentes en la zona marítimo terrestre del puerto de Banyalbufar, propiedad de Ports, «han sufrido un deterioro a lo largo de los años». El proyecto contempla la reparación de los elementos deteriorados y el embellecimiento de todo el conjunto, además de la mejora de los servicios portuarios.

El municipio todavía valora los daños del ‘cap de fibló’

El ayuntamiento de Banyalbufar todavía no ha terminado la tarea de calcular los graves daños que provocó el cap de fibló de agosto de 2020 y que afectó de lleno al municipio de la Serra y, en menor medida, a Esporles y Valldemossa. El alcalde Mateu Ferrà explica que la pasada semana el Consistorio recibió de forma oficial la declaración de zona catastrófica que había aprobado el Consejo de Ministros a mediados del pasado mes de diciembre. Ahora, la institución local debe preparar una relación de los daños susceptibles de recibir una compensación económica del Estado, una tarea que llevará su tiempo porque hay desperfectos que «están cubiertos por el seguro y otros que no lo están».

El cap de fibló dejó un panorama dantesco en el municipio, con más de 700.000 árboles arrancados y más de un centenar de viviendas afectadas con daños considerables.