Las beneïdes, las tradicionales bendiciones de animales con motivo de Sant Antoni, han sido otros de los actos perjudicados por las restricciones de la pandemia. La mayoría de municipios, incluido Muro, donde se celebran las más concurridas de la part forana, las suspendieron. Pero algunas localidades decidieron mantenerlas, bajo estrictas condiciones de seguridad sanitaria.

Fue el caso de Pòrtol, el único de todos los núcleos de Marratxí que festejó las beneïdes. En el acto, que fue organizado este domingo por la asociación Enfangats de Pòrtol, participaron ocho carrozas y una agrupación caballista. En el Carrer Major, les esperaba el público. Allí, el diácono de la parroquia bendijo a todos los participantes en el desfile.

Hubo numeroso público, que pudo bendecir a sus mascotas, con todas las precauciones marcadas por el Ayuntamiento.

M. Bosch

Otro municipio que celebró las beneïdes fue Sencelles. En este caso, fue el sábado pasado, en la parroquia de Sant Pere, donde, desde las 15 horas, se concentraron los dueños de animales para que estos recibiesen la bendición por parte del párroco.

Joan Florit