Más de 70 elementos patrimoniales de Mallorca (torres de defensa, atalayas...) se encendieron ayer en defensa de los derechos humanos, después de que en la edición del año pasado este acto simbólico se suspendió y se celebró únicamente en las redes sociales a causa de la pandemia. El manifiesto de la jornada reivindicativa lo suscribió la cantante mallorquina Maria del Mar Bonet, quien tuvo palabras de recuerdo para «tantas personas que mueren ahogadas en el mar, que se ha convertido en un cementerio marino», al tiempo que destacó la tarea de aquellos que «arriesgan su vida para ayudarlos, ante la vergonzante posición de los gobiernos europeos».

El acto que promueve la dirección insular de Patrimonio -con la colaboración de Amnistía Internacional, el IES Marratxí, el Fons Mallorquí de Solidaritat i Cooperació, el servicio de emergencias 112 y los ayuntamientos participantes- ha logrado sumar participantes de otros ámbitos geográficos en esta ocasión. 

Así, este año, se han sumado a la iniciativa municipios de todo Baleares, Catalunya, Murcia, Comunidad Valenciana, Marruecos, Líbano y Túnez.  

La jornada reivindicativa constó de dos horarios diferentes. A las 13 horas, se hicieron señales de humo, mientras que, por la tarde, se realizaron señales lumínicas. El punto de partida fue sa Dragonera, que pasó a continuación el testimonio a Cala en Basset hasta llegar al Castell de Bellver, que acogió el acto central del encendido de torres del Mediterráneo. En Bellver, estuvieron presentes la vicepresidenta y consellera insular de Cultura, Bel Busquets, y la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, entre otras autoridades.

En cada punto de encendido, se leyó el manifiesto de Bonet, bajo el siguiente encabezado: «Que las canciones sean como llamas». Unas llamas, continuaba el texto, que deberían iluminar «los caminos por tierra, mar y aire, haciendo de la vida un canto a la libertad y el coraje». «Que no se apaguen nunca y nos ayuden a encontrar los caminos por la paz», rezaba el texto.