La magia y la ilusión reinó en la part forana con la llegada de los Reyes de Oriente. Melchor, Gaspar y Baltasar cumplieron un año más con su tradicional cita con los más pequeños de la casa, repartiendo regalos por todos los rincones de la isla. Y ni la amenaza de lluvia y frío ni la explosión de contagios por covid-19 impidieron que Sus Majestades recorrieran las calles de Mallorca. Eso sí, el formato volvió a adaptarse a las circunstancias: los recorridos fueron más largos para evitar aglomeraciones (y por ello, los desfiles arrancaron antes) y la mascarilla fue el atuendo por excelencia.

Así, los pequeños, y no tan pequeños, esperaron ansiosos desde las ventanas, balcones y puertas de sus casas a la comitiva real, que saludó y repartió caramelos al ritmo de la música. Aunque no todas las localidades tuvieron esa suerte y por prevención, algunas optaron por no regalar dulces ni entregar regalos en la plaza o en la iglesia como antaño. Son Servera, sin embargo, siguió adelante con la tradición de repartir regalos. Y lo hizo en ‘modo pospandemia’, pidiendo el pasaporte covid a la entrada de la Iglesia Nova como si de un establecimiento de restauración se tratase.

También Portocolom y Alcúdia se adaptaron «a los nuevos tiempos» y modificaron sus itinerarios, pasando de aparecer Sus Majestades por barco a hacerlo por tierra. Lo que no cambió fueron los rostros de ilusión de los más pequeños de la casa, que siguieron con fervor el desfile.

Al igual que en la capital del Raiguer. Diez comparsas recorrieron las principales calles de Inca ante la atenta mirada de decenas de vecinos. Tal y como estaba previsto, la marcha comenzó a las 17.00 horas, y tras un largo trayecto, el desfile concluyó en la calle Santa Maria la Major, donde tuvo lugar la tradicional adoración y posterior entrega de llaves de la ciudad para repartir los regalos.

En Manacor, los Reyes Magos se hicieron de rogar y no aparecieron hasta las 18.30 horas. Desde el Consistorio se puso en marcha un riguroso protocolo para «esponjar» a los asistentes a la cabalgata que se cumplió sin incidentes. Así, la comitiva real desfiló por las calles Sant Llorenç des Cardassar y Capdepera para luego adentrarse en la Avinguda de Baix des Cós hasta llegar a la Plaça des Cós, donde más manacorins y manacorines esperaban para recibir a Sus Majestades.

Melchor, Gaspar y Baltasar también recorrieron las calles de Sóller, Binissalem, Pòrtol, Lloseta y Llucmajor, por citar algunos municipios, repartiendo ilusión y regalos entre los más pequeños de la casa, que llevaban semanas soñando con ese momento. Algunas autoridades como el alcalde de Llucmajor, Éric Jareño, se acercaron para recibir en primera persona a los Reyes.