Diario de Mallorca

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Entrevista
Pau Massutí Ingeniero de materiales

«Los planes de restauración de canteras no son efectivos ni se aplican nunca»

«La de Can Negret, en Alaró, está fuera de ordenación pero se sigue explotando»

Massutí: «Parece que las medidas de protección se hacen un poco a la carta». |

¿Qué está pasando actualmente con las canteras de Mallorca?

Que están aumentando su explotación al ritmo que crece la construcción. Al final, las canteras son una fuente de materias primeras, dedicadas sobre todo al sector de la construcción. De modo que cuando uno incrementa su explotación el otro también.

El estudio arranca en 1956. ¿Cómo fueron aquellos primeros años?

La investigación arranca este año porque es cuando aparecen los primeros registros. En aquella época las canteras eran inexistentes, tal y como se aprecia en las imágenes aéreas. Y fue con el boom de la construcción en los años 60, cuando se comenzó a construir plantas hoteleras en Cales de Mallorca, Cala d’Or o s’Arenal, por ejemplo, cuando las canteras empezaron a funcionar. Su actividad no cesó con el boom, si no que todas han seguido con el mismo ritmo o superior hasta día de hoy.

Precisamente en la investigación se manifiesta un cambio de tendencia desde 1984 hasta 2018 que se ratifica con datos: en menos de 35 años la superficie de las canteras de la isla se ha cuadruplicado.

Así es. Los números son bastante impresionantes. Hablamos de 135 hectáreas aproximadamente, lo que supondría unas tres hectáreas por año. Desde 1984 el sector de la construcción empezó a coger impulso, y hasta hoy. Y el estudio acaba en 2018 porque es hasta la última fecha que hay ortofotografía del terreno.

Y las expectativas de futuro no son mejores: si la tendencia sigue al alza, según este estudio, la superficie se podría doblar al final de las concesiones…

Efectivamente. La mayoría de las concesiones terminan entre 2050 y 2060, y si la tendencia sigue al alza, la superficie explotada podría doblarse. E incluso más, porque hay canteras como la de Can Negret, en Alaró, que está fuera de ordenación pero se sigue explotando. Así que realmente habrá más de 210 hectáreas explotadas. Eso solo es lo que figurará en el papel.

¿Mallorca lo puede soportar?

Mallorca lo puede soportar, otra cuestión es qué tipo de Mallorca queremos. Pero con el mapa de explotación minera en la mano, la isla puede crecer mucho más. Ahora si es la Mallorca que queremos o no, eso lo deben decidir los ciudadanos o las empresas que explotan esas minas.

¿Pero usted qué isla quiere en 2050?

Es una cuestión peliaguda porque hablamos de una materia primera que si no utilizas la de aquí la traerán de fuera. ¿Hay que cerrar canteras? Yo creo que no, aunque se tiene que mirar dónde y cómo se explota. Y sobre todo, hay que regular mucho más y mejorar el acceso a la información.

¿Cómo?

Cambiando el modelo de crecimiento. Se pueden hacer otro tipo de construcciones, reduciendo la calidad, o reutilizando escombros. El problema es que la grava es muy muy barata hoy en día, y hacerlo con reciclaje es muy caro. Otra opción es la construcción con madera. Tenemos bosques abandonados que se podrían utilizar para este fin, y no solo construir con piedra. En definitiva, buscar alternativas al modelo de grava porque al final las canteras estarán si hay construcción, y si se para la construcción las canteras crecerán más poco a poco. Así de fácil. Una cosa va ligada a la otra. Si no hay demanda interna no habrá explotación de grava.

¿Cuáles son las consecuencias de esta sobreexplotación de las canteras?

Las consecuencias son claras: están quitando espacio natural protegido, además de las molestias que ocasionan a vecinos y animales que residen por la zona. Coincide que este tipo de roca está en zona de montaña, que es donde menos se siembra y menos se construye, y a la vez es un Área Natural de Especial Interés (ANEI). Se tiene que jugar con esto: si quieres explotar y tener materia primera o quieres tener un espacio natural más o menos virgen.

¿Se puede parar?

Yo creo que pararlo es difícil, pero se puede reducir su impacto si cambiamos el modelo de construcción. Sería apostar por el decrecimiento poblacional o el decrecimiento económico. Así sí que podemos frenarlo, pero pararlo es imposible porque no podemos cambiar el modelo de un día para otro, pero sí limitar el crecimiento. Si ahora está previsto explotar tres hectáreas anuales, se podría reducir a una, por ejemplo.

¿Qué responsabilidad tienen las administraciones públicas?

Total. Tanto a nivel estatal como autonómico y municipal tienen la responsabilidad de reducir el impacto. Y si desde aquí reducimos la demanda de construcción, la explotación de las canteras bajará. El Govern, por ejemplo, puede cambiar el modelo económico, que no dependa tanto del turismo, y ponerse más serio sobre el impacto medioambiental de las canteras, ya que al final se presenta un plan de restauración que nunca se cumple. En cuanto al Consell, tienen su plan territorial que también limita la construcción; y los municipios tienen el plan general, a través del cual pueden limitar el crecimiento urbano. Si hay voluntad se puede hacer.

¿Qué opina de los planes de restauración? ¿Son efectivos?

No son efectivos ni se acaban de aplicar nunca. Por ejemplo, de la zona de la Serra Llonga (Felanitx), hay una cantera de Can Alou que hace años que está abandonada y no se ha restaurado. Solo se hizo una pequeña restitución por la parte que da a la carretera que es visible, pero el resto es un agujero ahí en medio que no se ha tocado ni creo que se vaya a hacer. Y de las que he estudiado ninguna está aplicando el plan. La excusa es que todavía no han acabado de explotarla, pero las hay que están paradas y no han hecho nada. Y parece que nadie controla que se cumpla con lo establecido.

¿Cuáles son los tres casos más graves?

La de Monti-Sion (Porreres) porque la cantera está dentro de ANEI; las de Felanitx, que habrá unas cinco o seis, porque no se aplica ningún plan de restauración; y finalmente la de Son Negret, que está fuera de ordenación pero se sigue explotando.

¿Cómo es posible que se explote sin licencia?

Eso me pregunto yo. Hay denuncias públicas de diferentes entidades pero parece que no lleva a nada. Del mismo modo que la figura de ANEI, que en teoría protege, si una cantera está ubicada en su interior puede explotar la montaña. Son medidas de protección un poco a la carta.

¿Con qué sensación se ha quedado después de hacer este estudio?

Solo he puesto números a lo que era bastante evidente. Y los resultados no me han sorprendido, eran bastante esperados. Lo único que destacaría es que en apenas 70 años el modelo económico ha cambiado al 100%. De no tener canteras pasas a tenerlas muy explotadas. En las imágenes de 1956 se veían y se podían contabilizar los almendros. En 2018 hay muy pocos y el resto es garriga y canteras. Es necesario un cambio de modelo económico y un cambio de sociedad. La sociedad rural ha desaparecido y ahora tenemos una sociedad de servicios.

¿La pandemia no nos ha enseñado nada?

No. Viendo el panorama no veo que haya cambiado nada ni creo que nos hayamos dado cuenta de nada. Parece que nadie ha querido cambiar de verdad, solo fueron palabras vacías.

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