Los vecinos de la plaza Sant Jaume de Manacor han conocido de primera mano el proyecto de reforma de este espacio urbano que proyecta la SAM y el Ayuntamiento ya que el alcalde Miquel Oliver, la regidora Cristina Capó y uno de los arquitectos Sebastià Berga les han explicado la remodelación que tiene un coste total de 654.479 euros. El proyecto se licitará a principios de 2022 y una vez adjudicado las obras se ejecutarán en cuatro meses.
El proyecto consiste en la instalación de dos pérgolas circulares con la cubierta de 225 placas fotovoltaicas de 83,25 kw, que alimentarán las necesidades energéticas del aparcamiento subterráneo y abastecerán a cuatro puntos dobles de vehículos eléctricos. Las nuevas pérgolas solucionarán el problema de exceso de sol y altas temperaturas que tiene la plaza de Sant Jaume en los meses más cálidos y que la convierten en un espacio sin prácticamente ninguna sombra y, por tanto, limitan mucho sus usos.
Las nuevas pérgolas estarán hechas con pilares de hierro y vigas de madera. Asimismo, se desmontarán las pérgolas laterales existentes y se reaprovecharán para construir jardineras que se colocarán a los pies de los pilares para sembrar plantas trepadoras con el objetivo de que puedan crecer y dar verdor a las nuevas estructuras.
Debajo de la pérgola grande quedará un espacio suficientemente grande para realizar conciertos, encuentros o actos, con sombra en verano. En cambio, debajo de la pérgola pequeña se instalarán los nuevos juegos infantiles orgánicos de madera, construidos a partir de las jácenas de las pérgolas existentes, que se reciclarán, y el suelo será de corteza de árbol, un material natural y saludable, para amortiguar posibles impactos y caídas. El coste de estas dos pérgolas es de 494.244 euros.
El proyecto reorganiza el conjunto de la plaza con el objetivo de dotarla de coherencia, armonía y funcionalidad. En uno de los extremos de la plaza se eliminará el juego infantil actual y se construirá una zona verde donde se reubicarán todos los árboles que actualmente están sembrados en las jardineras individuales y se sembrarán nuevos. En el interior también se construirá un laberinto con senderos para que pequeños y mayores puedan discurrir y jugar, aprovechando la madera de las pérgolas actuales que se desmontarán.
Además, con un cambio de pavimento también se marcará el punto donde se tenga que hacer el fogueró de Sant Antoni, para estar seguros de que no estropeará ni las nuevas pérgolas ni el resto de elementos constructivos.
Todo el proyecto apuesta por la reutilización de los materiales existentes, reduciendo residuos y costes, aprovechando los recursos existentes, al tiempo que pretende añadir verdor a la plaza con la siembra de nuevos árboles y plantas. La nueva plaza de Sant Jaume será un espacio más agradable y adaptado climáticamente, con más sombras, materiales naturales como el marés, nuevos espacios para niños y más vegetación.
