La fiesta de los quintos de Vilafranca, que se celebró la noche del sábado con polémica por la ubicación elegida, el patio del colegio Es Cremat, tuvo que ser interrumpida anticipadamente por la Policía Local al superar el número máximo de asistentes, establecido en 500, así como por los ruidos que estaba provocando.

A las dos de la madrugada, tres horas antes de su hora oficial de finalización, la Policía Local dio por concluida la fiesta, los jóvenes fueron desalojados del centro docente entre sonoras protestas y se dispersaron por el pueblo, donde trasladaron el jolgorio, los ruidos y los botellones a las calles y plazas. Según algunos testigos presenciales, también se produjeron peleas y pequeños desperfectos y el bullicio alteró el descanso de los residentes. Muchos de ellos salieron a los balcones para protestar.

Los jóvenes respondieron al desalojo policial con gritos de tongo, según pudieron escuchar los vecinos Y la fiesta prosiguió descontrolada y con muchos gritos por las calles de la localidad, donde dejó un rastro de botellas de cristal rotas y mucha basura.

Por las calles de la localidad celebraban su fiesta alternativa, tras ser suspendida la oficial, más de 600 jóvenes, donde permanecieron hasta las seis de la madrugada, cuando los autobuses con los que habían llegado al centro partieron y muchos padres llegaron para recoger a sus hijos. Tras interrumpir la fiesta organizada por el propio consistorio, la Policía se vio incapaz de controlar la celebración en la calle y tuvo que recurrir a distintas patrullas de la Guardia Civil de pueblos cercanos para evitar que los incidentes fueran a más, según ha podido constatar este diario.

El alcalde de la localidad, Montserrat Rosselló, ha confirmado que la fiesta fue interrumpida por la llegada a Vilafranca de más asistentes de los que el patio del colegio podía albergar. "A la fiesta vino mucha gente de otros pueblos, incluso en autobuses. Pero este domingo por la mañana, la brigada municipal ya ha limpiado el patio del colegio y comprobado que nadie entró en las aulas ni produjo ningún desperfecto", ha asegurado después de supervisar los trabajos de limpieza. En la entrada del centro educativo se acumulaban muchas bolsas de basura.

La comunidad educativa del CEIP Es Cremat de Vilafranca se opuso frontalmente a la fiesta de Halloween de los quintos. Docentes y familias consideraron que no es el sitio más oportuno para celebrar esta fiesta que ya se preveía multitudinaria y, por ello, remitieron una carta al Ayuntamiento pidiendo un cambio de ubicación, al entender que un espacio escolar no está preparado para este tipo de actos y temer por los desperfectos. No les hicieron caso.

Tòfol Jaume, secretario de la APIMA del CEIP Es Cremat confía en que no hay que lamentar desperfectos en el centro educativo por la fiesta de los quintos. "La brigada de limpieza ha ido esta mañana a trabajar, pero todavía no sabemos cómo ha quedado el interior del centro", ha manifestado preocupado a este diario. "Por la calle todavía se ven los restos dela fiesta, muchos vecinos han comentado que en algunos momentos se escucharon gritos e insultos, que los jóvenes no llevaban mascarilla y que en algunos momentos se pasó cierto miedo". Esta mañana los vecinos todavía comentaban lo ocurrido durante la noche en la cuenta de Facebook de la localidad.

Comentarios de los vecinos del pueblo sobre la fiesta de los quintos

Comentarios de los vecinos del pueblo sobre la fiesta de los quintos