Las floristerías de PIMEM están facturado con ocasión de la festividad de Tots Sants el doble respecto a 2020, el año de la pandemia de la covid-19, y se sitúan en cifras similares a 2019.

La media de gasto de este año de las familias para recordar a sus seres queridos difuntos es de unos 60 euros por familia, mientras que el año pasado fue de 30 euros.

Todos los Santos, el Día de la Madre y San Valentín son los días del año de más ventas para este sector.

En un comunicado, Pimem informa que las floristerías contactadas de esta asociación destacan que las ventas y las previsiones de negocio son parecidas a las de 2019.

El año pasado, debido a la pandemia y las restricciones a la hora de salir y comprar, las familias optaron por una maceta más tradicional con un precio de entre 20 y 30 euros.

Este año, en cambio, la normalidad ha supuesto que muchas pequeñas floristerías vuelvan a los trabajos más artesanales con los que se distinguen respecto a las grandes superficies.

María Martín, de la Floristería Nou Art de Inca, asegura que Todos los Santos es un "día clave que supone un 300 % de aumento en las ventas respecto a un día normal".

Esta artesana explica que, en su caso, "se valora el trabajo artesanal, especializado y personalizado", lo que le convierte en un "claro referente para mucha gente que no quiere comprar en grandes superficies".

Martín afirma que el reto está en luchar contra el intrusismo que "golpea duramente a su sector: No se puede vender flor elaborada en los mercados y se hace, no se pueden vender flores en las puertas de los cementerios y se hace, al menos en Inca, y lo peor de todo es que muchos de estos vendedores temporales empiezan vendiendo a un precio y al cabo de unos días, por no tirar el producto, los rebajan a más de la mitad, haciendo que quedemos muy mal ante nuestros clientes".

Desde Felanitx, Rafel Prohens, de Motivacions Florals, comenta que los pedidos de este año doblan al precio de 2020, pasando de un gasto familiar de 30 a 60 euros.

Este empresario señala que están preparando Todos los Santos desde el pasado mes de septiembre con pedidos y adelantos de dinero muy importantes, por lo que "siempre es un riesgo muy grande".

A este riesgo económico hay que añadir la gran cantidad de horas de trabajo y el personal contratado sólo para este día porque es "clave" dar un buen servicio a los clientes.

Finalmente, Anna Ramis, de Sa Floristeria de Santanyí, señala que la facturación de este día representa la de medio mes y prevé vender unas 3.000 unidades. La rosa sigue siendo la flor más vendida mientras que el clavel y el gladiolo están a la baja.

Esta florista, que lleva 21 años al frente de su establecimiento, explica que "la parte más artística y artesana" es la que más valoran los clientes frente a productos "más asequibles y menos elaborados que ofrecen las grandes superficies".