Hace casi dos años, la crisis sanitaria abrió un paréntesis en la celebración de las ferias tradicionales de Mallorca que, ahora, poco a poco, se va cerrando para encontrar algo parecido a la antigua normalidad. Como muestra de ello, lo cargado del calendario de muestras en la jornada de ayer. Municipios como Felanitx, Alaró y Consell volvieron a exhibir puestos, atracciones de feria y productos agrícolas, para regocijo de unos visitantes que en muchos casos se reencontraron con su costumbre dominical favorita. En Alaró, después de dos años sin paradetes ni firaires, los asistentes llenaron durante toda la jornada de ayer las calles de la localidad. Los actos de la feria empezaron el sábado con el concierto de Matins a l’Orgue, seguido del tradicional festival de música clásica ClassicAL. Ayer, los actos empezaron por la mañana con la apertura de la fira a cargo dels Dimonis de Alaró y música de xeremies, cremada de na Marranxa, na Marranxeta. No faltó el concurso de ca d’atura, que tuvo una gran expectación igual que las actuaciones musicales a cargo de Batucada Batucrack y Cabrit i Bassa. La Mostra de Cuines se adaptó a las nuevas medidas y el sector de la restauración ofrecía su tradicional plat de fira. Tampoco faltó la Mostra d’Arts Tradicionals de Caça. La mayoría de las asociaciones de Alaró también participó en los actos. El día concluyó con la tradicional ballada popular.

5

Las ‘fires’ tradicionales de Mallorca superan la crisis de la covid

Mientras, en Felanitx, su Fira más emblemática, la dedicada al pebre bord, llegó cargada de actividades, desde una muestra de coches y motos antiguas a exhibición de animales autóctonos, pasando por la Mostra Industrial i Artesana, la Mostra de Ca de Bestiar, entre otras actividades. 

Mientras tanto, después de un año sin poder celebrar su popular Fira del Vi, Consell volvió a celebrar esta popular muestra con degustaciones de vinos de la zona y platos elaborados por los bares y restaurantes

Las primeras actuaciones musicales tuvieron lugar en la plaza del Ayuntamiento, lugar de concentración de los puestos de las distintas bodegas. Poco a poco, la plaza se fue llenando de público, mientras en las calles cercanas se ubicaban los típicos expositores de productos autóctonos