La política tiene esas cosas, que formar parte de un gobierno municipal, aunque sea de un pequeño pueblo perdido en la Serra de Tramuntana, tiene su precio. Los socialistas apostaron por formar parte del pacto que gobierna Fornalutx a cambio de llevar hasta el pueblo algunas inversiones, aunque estas se saltaran lo aprobado por el propio Govern en su plan de infraestructuras educativas.
Resulta que el citado plan preveía para Fornalutx dedicar una inversión de poco más de 900 euros a instalar un interruptor y una alarma para la escuela. La magia ha hecho que este interruptor se haya convertido en el anuncio de un colegio nuevo cuya inversión ascenderá a 700.000 euros.
Simarro se blinda con una nueva asesora de protocolo
Tras la tempestad política que supuso el aparcamiento de la calle Cetre que al final no será, el alcalde de Sóller, Carlos Simarro, ha centrado sus esfuerzos en mejorar su imagen pública para asentar las bases para su eventual reelección.
Para ello, el primer edil solleric ha contratado a una asesora que le llevará temas relacionados con las redes sociales, el protocolo y, también, con los medios de comunicación. El fichaje, hecho como cargo de confianza, tendrá una remuneración bruta anual de 20.300 euros. Habrá que ver si la inversión da sus frutos.
En Santa Catalina las aguas bajan revueltas
Los vecinos de Santa Catalina, el barrio pesquero del Port de Sóller, están en pie de guerra contra la modificación que quiere llevar a cabo el gobierno municipal para facilitar la instalación de nuevos locales de ocio en la zona más tradicional que se conserva en el núcleo costero solleric.
Los vecinos no quieren oír hablar de nuevos locales que solo les provocan ruidos, molestias y dificultades para conciliar el sueño. Ahora falta saber si la misma sensibilidad que algunos partidos han tenido con Cetre la manifestarán por Santa Catalina. Hay muchos votos en juego.
