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Los ‘margers’ alertan de que la reforma del Moll de Portocolom quedará «artificial»

El Gremi de Margers avisa de que «la muestra realizada incurre en errores» y «no reproduce lo que había» - Ports IB manda un mensaje de tranquilidad asegurando que las reuniones de la comisión siguen su curso y no hay nada cerrado

Imagen general del Moll de Portocolom que debe ser restaurado. | A.R.R.

La indignación vecinal, de plataformas como Salvem Portocolom, de formaciones políticas como el Bloc per Felanitx o del Gremi de Margers va en aumento desde la última reunión de la comisión de seguimiento de las obras del Moll de sa Duana celebrada este agosto. Precisamente, los margers hablan sin tapujos después de haber estudiado el último informe del departamento de Patrimonio del Consell y de haber visitado «in situ» las muestras ejecutadas. «Solo podemos expresar nuestra preocupación y nuestro total desacuerdo». «Consideramos que el último informe es erróneo porque da por bueno un sistema constructivo que cambiará totalmente la fisonomía del empedrado porque no es el sistema original», avisan desde el Gremi de Margers, que aseguran que «la muestra realizada incurre en distintos errores que quedan descritos en el informe de Patrimonio como recomendaciones o advertencias», lo que «no asegura la corrección de la ejecución del empedrado».

Los margers alertan de que si en una simple muestra de seis piedras Patrimonio hace «puntualizaciones» de que debe respetarse el patrón original «es sintomático de que puede haber discrepancias en términos de calidad de la ejecución de la obra». «La muestra que se ha hecho no reproduce lo que había. Es una manera de encontrar un punto medio para ejecutar la obra con el presupuesto que tienen», asegura el presidente del Gremi de Margers, Lluc Mir. «Se debe seguir la técnica constructiva que está descrita en el informe del Gremi de Margers», zanja Mir, que ha trasladado su preocupación a Patrimonio, Ports IB y Salvem Portocolom.

Obra complicada a bajo precio

Los margers explican que el informe que les ha puesto en alerta se refiere al empedrado y avisan que «la piedra aportada por la empresa como muestra no es exactamente la misma que la original ni respeta el grosor de las piedras que conforman el empedrado». «El resultado será muy artificial», sentencia. «Se quiere hacer una obra complicada con una partida de una obra fácil. Se prioriza el rendimiento. No ponemos en duda la capacidad del marger pero sí cuestionamos que se pueda hacer al precio que se le quiere pagar», reprocha. Mir reconoce que el problema reside en que «estamos ante una obra que ya está licitada». «El problema es que se adjudicó sin conocer las características del muelle», esgrime Mir. El Gremi de Margers deja claro que la partida para reconstruir elementos de piedra es claramente insuficiente «con unos precios que no se corresponden a la realidad del trabajo a ejecutar». «Intentar llevar a cabo una reconstrucción de este nivel sin replantear el proyecto es prácticamente imposible sin que vaya en detrimento de la calidad constructiva».

En la comisión, Salvem Portocolom dejó claro que se oponen a la ejecución de la obra marítima con hormigón y apuestan por seguir la misma técnica constructiva que la obra original. Cabe recordar que ya en Pascua congregó a unas 700 personas en una cadena humana en defensa del Moll. Así, no se descartan nuevas acciones. Por su parte, el Bloc per Felanitx también critica la propuesta que Ports IB elevó a la última comisión de seguimiento de las obras y consideran «inadmisible» que las piedras que conforman el conjunto del empedrado no sean recolocadas en su sitio original.

Por su parte, Ports IB intenta mandar un mensaje de tranquilidad asegurando que aún se están celebrando reuniones y no hay nada cerrado y definitivo.

«Nadie pondrá una piedra en el Moll de Portocolom sin que la comisión de seguimiento esté enterada»

Así de claro habla la directora insular de Patrimonio, Kika Coll, que remarca el gran esfuerzo que han hecho instituciones como el Consell y Ports IB de crear una comisión de seguimiento integrada por instituciones, entidades y vecinos para las obras del Moll de sa Duana. «Desde el minuto cero Ports IB y Patrimonio hemos unido esfuerzos para defender esta historia y que todo el mundo se sintiera lo más representado posible. Nosotros también queremos salvar Portocolom», aclara Coll, que apela a hacer un cambio de chip: «Se han hecho muchas reuniones. Todos están representados y hasta que no haya un consenso, las cosas no se llevarán a cabo», sentencia. «Más consenso imposible», admite.

De hecho, una de las críticas vertidas es que en un primer informe de Patrimonio se obligaba a enumerar las piedras para colocarlas en el mismo sitio, pero que tras esta reunión de agosto alertaban que esta premisa no se respetaría. Coll explica que cuando los expertos acudieron al muelle determinaron que tomando fotografías quedaba muy claro dónde iban las piedras. «Los margers estuvieron de acuerdo. Lo decidió el equipo. No enumerarlas no significa que las vayamos a colocar de cualquier manera». Sobre la oposición a usar hormigón, Coll habla claro: «Nuestra filosofía es usar materiales y técnicas tradicionales a no ser que en momentos puntuales [hablamos de un puerto que debe tener una resistencia] sea necesario otro material. En las catas se detectó la presencia de hormigón. Si se pone será porque es estrictamente necesario. Ahora se están haciendo pruebas y se busca el mortero más resistente», avanza. Se mirará «con lupa» para que no haya diferencia con el estado actual. «Patrimonio, arqueólogos y margers supervisarán los trabajos», zanja.

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