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Sóller modificará el PGOU para regular los negocios turísticos de Santa Catalina

El planeamiento urbanístico prohíbe la actividad comercial en locales bajo la vía pública - El cambio permitirá dar cobertura legal a los establecimientos del barrio pesquero que están ubicados bajo la calle de Sant Ramon de Penyafort

La zona de Santa Catalina, donde proliferan negocios dedicados al turismo en el Port. J.M.E

El ayuntamiento de Sóller llevará a cabo una modificación exprés del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para dar una salida legal a los negocios turísticos del barrio de Santa Catalina que actualmente están al margen de la legalidad. El cambio pondrá fin a una traba administrativa que actualmente impide la apertura de establecimientos comerciales en locales que se ubican por debajo de la vía pública.

La medida que promoverá el Ayuntamiento tendrá sus efectos prácticos en la playa de Can Repic y el barrio de pescadores de Santa Catalina. En sendos lugares, antiguos almacenes subterráneos han dado paso a todo tipo de negocios vinculados al sector turístico, como bares y restaurantes. Pero muchos de estos establecimientos operan al margen de la ley, puesto que la normativa urbanística vigente en Sóller desde el año 1998 prohíbe expresamente los usos comerciales para los locales que se ubican por debajo de la vía pública.

Esta situación ha generado algunas controversias en Santa Catalina, donde el Consistorio ordenó recientemente el cierre de un restaurante por carecer de la licencia administrativa para poder funcionar. Hace pocas semanas dictó otra orden para clausurar un bar con una situación similar. En ambos casos, estos establecimientos colindan con la primera línea del Port de Sóller y sobre sus techos pasan calles. Pese a estar en una de las zonas más cotizadas, su situación irregular obligó al Ayuntamiento a actuar tras las denuncias vecinales. Además de incumplir la normativa vigente, la proliferación de negocios en Santa Catalina ha suscitado enfrentamientos entre vecinos y comerciantes de la zona, debido a los ruidos nocturnos que provocan las terrazas de los establecimientos turísticos.

Para evitar tener que proceder a futuros cierres, el tripartito que gobierna el consistorio de Sóller ha acordado llevar a cabo una modificación del planeamiento urbanístico para dar una cobertura legal a estos negocios.

En el próximo pleno

El concejal de urbanismo, Jaume Bestard, explicó que muy posiblemente la propuesta será elevada en el pleno ordinario de la corporación del próximo mes de septiembre. De hecho, avanzó que los servicios técnicos municipales ya están trabajando en la propuesta para que el cambio esté en vigor lo antes posible.

En otro orden de cosas, la junta local de gobierno del ayuntamiento de Sóller acordó la semana pasada adjudicar las obras de remodelación de la primera línea del Port de Sóller.

Con una inversión de casi 200.000 euros, el municipio afrontará la reparación de los pavimentos situados en los paseos peatonales del Través y Can Repic. Además, se renovará el arbolado de la zona muy castigado por la plaga del picudo rojo que afecta a las palmeras y se renovará el mobiliario urbano. Se renovarán las zonas ajardinadas que colindan con la primera línea del Port y, además, se instalará por primera vez en el municipio una red para el suministro de internet gratuito vía wifi a la zona de las playas.

El proyecto se ejecutará en los meses de otoño para evitar interferencias durante la temporada turística. La obra está financiada en un 80% por la Borsa d’Allotjaments Turístics del Govern.

Dos empresas concurren a la reforma del Defensora

Dos empresas han concurrido al concurso público convocado por el ayuntamiento de Sóller para llevar a cabo la segunda fase de la reforma del teatro municipal Defensora Sollerense. El proyecto está dotado con un presupuesto de 600.000 euros, del que el 80% está financiado por el Govern a través del Consorci Borsa d’Allotjaments Turístics. El municipio tuvo que recurrir a un procedimiento negociado después de que dos concursos anteriores se tuvieran que declarar desiertos por falta de empresas concurrentes a la convocatoria pública. La primera fase de la obra se paró en diciembre de 2019 tras haber concluido el plazo de ejecución, aunque los trabajos previstos quedaron sin terminar. Por eso, desde entonces el teatro está sin parte de su techumbre. La segunda fase incluirá los trabajos que quedaron pendientes en la primera fase.

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