La entidad conservacionista Arca instó ayer al obispado de Mallorca a «explorar la continuidad» de los ‘donats’ de la ermita de Sant Miquel de Campanet, cuyo contrato ha finalizado recientemente, por lo que han dejado de encargarse del mantenimiento del histórico complejo religioso en el que también explotaban un bar y una pequeña tienda.

En una nota de prensa, la citada organización valoró ayer de forma «muy positiva» la tarea de los ‘donats’ de Sant Miquel y añadió que el patrimonio, la isla y la Iglesia «saldrían ganando si se encuentra una solución para la continuidad del proyecto».

Arca explicó que gracias a la tarea de estas personas que han gestionado el conjunto, «la gente de Mallorca y los visitantes hemos podido disfrutar y conocer un pedazo de cultura y patrimonio de nuestra tierra», ya que «hasta entonces prácticamente nunca estaba abierta la interesante iglesia de Sant Miquel y su entorno».

Cabe recordar que esta pequeña ermita data del siglo XIII y conserva el estilo gótico propio de las iglesias catalanas de Repoblament que se edificaron en Mallorca después de la Conquesta del Rei Jaume I.

Arca recuerda que la Cooperativa dels donats de Sant Miquel recibió el pasado año 2019 el premio que la entidad conservacionista entrega por la conservación del patrimonio, debido al «amor» demostrado por la citada cooperativa hacia la ermita de Sant Miquel y su entorno, además del «impulso social» que han llevado a cabo «dentro de la sencillez del espacio».

Por estos motivos, desde Arca realizaron un llamamiento a la Iglesia de Mallorca para que «explore la vía del diálogo» con los ‘donats’ con el objetivo de «hacer posible la continuidad de un proyecto que juega a favor de visibilizar el patrimonio».