Fent: lumbreras que alumbran
Ay Rosa, qué pena que nuestros platos sucios se ventilen en público. Tu idilio con Joan Sitges me exaspera. Me pone de los nervios, como alguna de las ocurrencias de nuestros políticos. Pregonan que hay que conservar nuestro patrimonio pero quieren sacarle el jugo incluso haciendo de los faros bares y restaurantes. Como si ya no hubiera suficientes en una tierra volcada en el turismo. La mayoría de nuestros faros tienen un gran valor histórico y patrimonial desconocido. Hagamos de estos edificios un lugar para conocer el mar, sus oficios o el patrimonio que engloban pero, por Dios, dejen de convertirlos en tabernas para turistas. Dejen nuestros faros tranquilos y que las lumbreras de la administración dejen de iluminarnos con proyectos que convierten nuestro patrimonio en simples lugares para tomarse un refresco. Consérvenlos y cuiden de estas edificaciones que son un verdadero tesoro del mar.
Desfent: Sin el traje de patrimonio
Joan, rei, eres puro teatro, así que, por favor, no me hagas de político enfundándote el traje de defensor del patrimonio. Tampoco hace falta que pierdas el tiempo intentando conectar con las grandes esferas pero no iría nada mal que además de mi dios espiritual, te convirtieras en asesor de Armengol y compañía. Cinco minutos con tu inigualable artillería serían suficientes para que bajaran a la realidad. Es tu gran don, entre muchos otros que tienes, amigo mío. Y es que seguro que no tardarán en sacarse una nueva restricción y que solo puedan tomar algo en dichas cafeterías nuestros apreciados turistas que como vienen con PCR negativa pueden campar a sus anchas. Así que me voy a degustar mis P.C.R. particulares y si ahora algunos faros sirven de restaurantes, pues adelante, pero, ojo, señores gobernantes, luego no se atrevan a enfundarse el traje de defensores del patrimonio cuando se lo están cargando.
