La organización ecologista Terraferida criticó ayer el nuevo sistema tarifario del sistema de transporte interurbano por carretera porque «penaliza a las personas que menos utilizan» la red de autobuses, ya que «ha encarecido el precio del billete sencillo», por lo que «actúa como un elemento disuasorio y reduce la posibilidad de aumentar el número de usuarios habituales».

Por otra parte, Terraferida admitió que el nuevo sistema supone una «mejora», pero lamentó que «resulta insuficiente para que el transporte público suponga una alternativa real al coche privado en Mallorca». A su entender, «se han priorizado las conexiones y las frecuencias con las zonas turísticas de alta densidad de población en lugar de priorizar una mejor conectividad con los servicios básicos y necesarios para la población».

Terraferida valoró de forma positiva que la mayoría de buses no utilice diésel, aunque consideró «insuficiente» que solo 18 vehículos sean totalmente eléctricos y que, además, solo cubrirán trayectos de poco recorrido. La entidad añadió que 198 buses funcionan con gas natural comprimido, que a pesar de ser menos contaminante que el gasoil «es una mezcla de hidrocarburos que tiene el mismo origen que el petróleo y es tan fósil como el resto».