Los alcaldes de la Serra de Tramuntana se sienten impotentes con las carreras ilegales de motos y coches que tienen como escenario la carretera Ma-10 que enlaza desde Andratx hasta Pollença. Ayer se reunieron los primeros ediles de ocho municipios de la Serra para abordar los problemas comunes que sufren por las conductas incívicas y temerarias de conductores que utilizan la Ma-10 como circuito para sus carreras.

En esta carretera hace años que se registra exceso de velocidad y graves ruidos, impropios de un paraje natural y Patrimonio del Humanidad, lo que ocasiona grave malestar en vecinos y a los visitantes. La reunión fue convocada conjuntamente por el alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà, y la asociación Tramuntana XXI, y asistieron los alcaldes de Valldemossa, Nadal Torres; Deià, Lluís Apesteguia; Fornalutx, Francesc Marroig; Esporles, Maria Ramon; Escorca, Antoni Solivellas y Selva, Joan Rotger (los dos últimos de forma telemática). En representación del municipio de Estellencs asistieron Catalina Moragues, teniente de alcalde, y Mateu Vallori, concejal.

Tramuntana XXI hace años acompaña a las instituciones a nivel municipal y a los vecinos afectados para hacer la incidencia y sensibilización necesaria para avanzar en la solución de este problema histórico para los pueblos que bordean la carretera que atraviesa la Serra de Tramuntana. En la reunión se acordó una serie de acciones impulsadas por los municipios coordinadamente, con el apoyo de Tramuntana XXI, que se darán a conocer próximamente.

«Los municipios afectados se sienten impotentes: tras años de reivindicaciones para que se tomen medidas, siguen sufriendo los fuertes ruidos y la peligrosidad generada por coches y motos con conductas temerarias en la carretera», explicó Joan Juan, miembro de la junta de Tramuntana XXI, quien también acudió a la reunión.