­El ayuntamiento de Santa Margalida parece haber ganado la batalla en contra de la construcción de una nueva depuradora en Can Picafort con emisario submarino en la playa de Son Bauló. En una reunión mantenida el pasado jueves entre el consistorio margalidà, Abaqua y la dirección general de Recursos Hídricos de la conselleria de Medio Ambiente, las dos partes decidieron traspasar la gestión de las dos depuradoras del municipio (ubicadas en Santa Margalida y Son Serra) al Ayuntamiento, un acuerdo que también incluye a la futura infraestructura prevista en Can Picafort, por lo que Abaqua ya no se encargará de su construcción con fondos estatales.

De este modo, el ayuntamiento de Santa Margalida recupera el control sobre este equipamiento y no tiene ninguna intención de construirlo tal y como estaba previsto. De hecho, durante la reunión, el alcalde Joan Monjo propuso un encuentro con Madrid para proponer la construcción de una nueva depuradora en Santa Margalida “con un cambio de ubicación” respecto a la proyectada y que incluya un sistema de aprovechamiento por regadío y focos de infiltración. Así, ya no será necesario el vertido del agua depurada a la bahía de Alcúdia mediante un emisario submarino que debía pasar por el subsuelo de la playa de Son Bauló, un proyecto rechazado por el Ayuntamiento desde hace años.

Además, Monjo solicitó el apoyo de Abaqua para reivindicar que el pago de la futura depuradora corresponda íntegramente al gobierno central, petición que fue aceptada por el director gerente de la citada entidad pública y por la directora general de Recursos Hídricos. En caso contrario, el equipamiento será financiado con cargo al canon de saneamiento.

Tal y como se decidió en la reunión, el Govern comunicará al Ministerio que Abaqua dejará de ser la entidad que gestione la futura depuradora, a pesar de que el pasado mes de mayo el consejo de Administración de la sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, aprobó el pliego para la licitación del contrato de los servicios de asistencia técnica para la redacción del proyecto de la infraestructura.

Carta de Monjo a Madrid

El pasado mes de agosto, el alcalde Monjo remitió una carta al Ministerio en la que, además de denunciar la gestión del Govern de la depuradora que actualmente comparten Can Picafort y Muro, insuficiente para la población actual, recordaba que el Ayuntamiento resolvió en 2017 el convenio de 2005 que decidía la construcción de la futura depuradora de Can Picafort, por lo que el Consistorio ya no está obligado a aportar el caudal de las aguas residuales no industriales procedentes de Can Picafort. “No entendemos que se vayan a gastar recursos públicos licitando un proyecto cuando a día de hoy este Ayuntamiento no se siente obligado ni jurídicamente ni moralmente a mantener compromisos anteriores”, comunicó Monjo al Ministerio. En otras palabras, si Madrid decide construir la depuradora tal y como está proyectada, el municipio no canalizará las aguas sucias al nuevo equipamiento. 

El alcalde cree que esta carta ha sido determinante en el cambio de postura de Abaqua y el Govern en relación al futuro equipamiento.

En la citada reunión, el Ayuntamiento manifestó su voluntad de no renovar los convenios de colaboración en relación a las dos depuradoras existentes en el municipio, por lo que pasará a gestionar los equipamientos directamente a partir del próximo 2 de octubre. Una comisión técnica estudiará cómo se realiza el traspaso.