El vicepresidente del Consell de Mallorca, Francesc Miralles, firmaba esta semana una resolución con carácter de urgencia para iniciar trabajos de adecuación, limpieza y reparación en muros de Bellpuig, en Artà. Lo hacía en la misma semana en que el departament de Cultura y Patrimonio del Consell anunció una partida presupuestaria de 700.000 euros en 2018, para este proyecto lo que, unidos a los 400.000 presupuestados en el actual ejercicio, suman un total de 1,1 millones de euros.

De esta forma arrancará, previsiblemente, una actuación conjunta entre el Consistorio y la institución insular para recuperar este espacio, propiedad del Consell de Mallorca y catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de monumento en 2004. Se trata de un lugar emblemático para los vecinos de Artà y del cual se desconoce cuál será el proyecto final.

Hasta ahora ha trascendido que estará encaminado a poner en valor el espacio y a poder aprovechar su tirón turístico, para poder preservarlo. Una vez dotada la partida presupuestaria y con las obras de limpieza de la zona y reparación de los muros en marcha, sólo quedará solventar una cláusula de la escritura de cesión de la propiedad, por la cual se cedían los terrenos al Consell de Mallorca con la condición de que tenía que mantenerlos directamente la entidad, por lo cual podría quedar fuera del proyecto el Ayuntamiento de Artà.

El Consistorio artanenc ha estado trabajando para modificar esta cesión, de forma que se le permita formar parte del proyecto, aunque se hace difícil, ya que entre los herederos de los cedentes, un total de nueve personas, no hay consenso. El alcalde Manolo Galán reconocía las negociaciones, pero también que, si no se llegaba a un acuerdo, sería el Consell quien lo llevaría adelante. Este proyecto tan esperado para Bellpuig podría conocerse o iniciarse antes de final de año. Mientras tanto, se iniciarán estos trabajos de urgencia, ante un informe de la sección de arquitectura de la dirección general de Patrimonio que así lo aconseja, sobre todo después de los daños causados por las últimas lluvias en los muros y paredes de las edificaciones.