Los vecinos de la calle Pablo Iglesias están en pie de guerra contra "una discoteca encubierta" que abre hasta altas horas de la madrugada. El problema se remonta al día de su apertura, hace nueve años, pero "las más de doscientas denuncias" por ruidos y actitudes incívicas por parte de algunos clientes que han registrado desde entonces en el Ayuntamiento de Palma y en la Policía Local no han tenido ningún efecto.

Los residentes en esta céntrica calle de Palma señalan que el The2, un pub muy popular entre el colectivo gay, "opera como discoteca y sala de conciertos", además de "rebasar con creces su aforo". Han comprobado que el establecimiento tiene una capacidad autorizada para cincuenta personas, "pero llegan a reunirse más de doscientas". A este problema se suma que, "aunque está obligado a cerrar a las cuatro de la madrugada, siempre lo hace media hora más tarde", advierte una de las vecinas afectadas.

Los vecinos han colgado carteles en los que piden "silencio, respeto y civismo". DM

En sus numerosos escritos de denuncia, los residentes de las viviendas colindantes lamentan que la música está demasiado alta y se cuela en sus hogares, a lo que se suma el ruido de los clientes que se agolpan en la calle una vez el local está clausurado.

A lo largo de los años la situación "ha ido a peor", hasta el punto de que "algunas familias se han marchado".

En sus múltiples escritos, hasta ahora ignorados por el Consistorio, los vecinos subrayan que el The2 "ha hecho obras sin el correspondiente permiso de Urbanismo" con el fin de ampliar el aforo del local, que abre de miércoles a sábado. Asimismo, destacan que el establecimiento "no cuenta con salida de emergencias".

Hablan de un "ruido insoportable" cuando los clientes, "muchos en estado de embriaguez", salen a la calle, donde se "se ponen a gritar, fumar y beber alcohol". En ocasiones los porteros del establecimiento les piden que se dispersen, pero se desplazan a las esquinas con las calles Antoni Frontera y Julià Álvarez, trasladando el problema a residentes que viven a más distancia.

Una vez en la calle, los vecinos atestiguan peleas y consumo de drogas.

Reclaman una medición de decibelios

Asimismo, señalan que el The2 "tiene licencia de bar musical", y se preguntan por qué celebran "conciertos y actuaciones con DJ's. En este sentido, reclaman al Ayuntamiento de Palma una medición de decibelios. Y expresan que se sienten "atemorizados" ante la cercana perspectiva del Día del Orgullo, cuando el local organiza una celebración multitudinaria.

En sus denuncias, incluyen al Somnis, un local situado en las inmediaciones que cierra a la una de la madrugada. Algunos de sus clientes "ocupan la vía pública, fuman porros y hablan a gritos".