Una semana después de las elecciones del 28 de mayo que propiciaron una mayoría de derechas en el ayuntamiento de Palma, PP y Vox diseñan su estrategia de cara a la constitución del próximo Consistorio el día 17. El partido que lidera Fulgencio Coll no pondrá en riesgo el cambio de rumbo decretado por las urnas, tampoco exigiendo que sus regidores formen parte del nuevo gobierno municipal que encabezará Jaime Martínez.
Vox no descarta ninguna posibilidad: implicarse en la gobernabilidad de Cort sumando sus seis regidores a los once del PP para configurar un Ayuntamiento fuerte —la mayoría absoluta se fija en quince concejales—, o bien limitarse a «tutelarlo» desde fuera. Sin embargo, tanto en un escenario como en otro, la formación de Coll condicionará su apoyo a Martínez al cumplimiento de su programa.
Compás de espera
Desde Vox señalan que Coll está a la espera de reunirse con el candidato del PP para escuchar sus propuestas. La idea de Martínez es gobernar con sus diez regidores y buscar el apoyo de los concejales de Coll para aprobar los presupuestos o sacar adelante iniciativas de calado como la modificación del Plan General. Sin embargo, el apoyo de Vox al futuro alcalde «no será gratuito» y hará valer los excelentes resultados que obtuvo el 28M, cuando pasó de los cuatro regidores de 2019 a los seis actuales.
A día de hoy el planteamiento de Martínez de gobernar en solitario es compatible con el de Coll, que al menos de momento no exige una fórmula de gobierno bipartito. Desde Vox hablan del cumplimiento de su programa que, por otro lado, presenta coincidencias con el del PP.
En próximas reuniones entre los dos partidos se definirá cómo se articulará ese apoyo, ya sea dentro o fuera del gobierno municipal, y qué tipo de acuerdo programático alcanzan las dos derechas para que Vox respalde al PP y facilite una legislatura lo más estable posible.
Asimismo, el partido que lidera Coll en Palma tomará como referencia la fórmula que se acuerde en las conversaciones entre el PP de Marga Prohens y el Vox de Jorge Campos para configurar el futuro Govern balear. Al menos en esta fase inicial de las negociaciones Campos no ha exigido ocupar una silla en el futuro Ejecutivo.
La lista que encabezaba Coll cosechó 32.586 votos, siete mil menos que el PSIB, y fue la segunda fuerza más votada en buena parte de los barrios de Palma con un programa que promete mano dura contra la delincuencia con el objetivo de alcanzar la cifra de mil policías locales antes de que termine la legislatura, modificar la normativa lingüística «para que todos los ciudadanos puedan dirigirse y ser contestados por el Ayuntamiento en cualquiera de las dos lenguas oficiales» de la Comunidad o la «reducción de impuestos y tasas municipales», entre otras propuestas.
Por su parte el PP de Palma está centrado estos primeros días después de la cita electoral en configurar su próximo equipo de gobierno y considera que Martínez y sus diez regidores son suficientes como para repartirse todas las áreas de gestión municipal que esta legislatura gestionaban los quince de PSIB, Més per Palma y Podemos.
Del mismo modo, en el PP creen que podrán aprobar todos los gastos, trámites y proyectos en la Junta de Gobierno municipal. Incluso consideran salvar los presupuestos prorrogando los últimos de José Hila si no tuvieran el apoyo de Vox.
Martínez Investidura asegurada con los votos del PP
La fecha de la constitución del nuevo ayuntamiento de Palma, el 17 de junio, se aproxima, con los dos partidos que dirigirán el Consistorio los próximos cuatro años diseñando sus estrategias. Por ahora no se habla de nombres ni de sillas, sino de encontrar una fórmula que permita tener una legislatura estable. La investidura de Jaime Martínez como alcalde de Palma está asegurada con los votos del PP, salvo el muy improbable caso de que los seis regidores de Vox voten a José Hila.
