Los comerciantes de Palma quieren recuperar la actividad económica que antaño tenía las galerías comerciales de la plaza Major. Y ello pasa por desarrollar un nuevo proyecto comercial que, sin duda, supondrá una fuerte inversión económica, ya que la zona no solo está abandonada, sino que también sufre graves problemas de degradación. Los empresarios, representados a través de Pimeco, contrataron a un despacho de arquitectos para que diseñara un moderno proyecto que permitiera recuperar esta actividad comercial. Y el estudio que se elaboró, que ya hace meses que fue mostrado al ayuntamiento de Palma, sin respuesta alguna, propone crear un espacio gastronómico en este espacio subterráneo del centro de la ciudad, donde se pudieran degustar productos mallorquines.

Un espacio para probar comidas, que también compartiría actividad con otro tipo de comercios, ya que las galerías disponen de múltiples locales comerciales, que se podrían alquilar para convertirlos en tiendas especializadas.

Este proyecto lo que pretende es que las galerías subterráneas se conviertan otra vez en el espacio comercial que representó en los años 70, donde todas las tiendas eran rentables e incluso era complicado disponer de un local, porque todos estaban alquilados. Ahora, medio siglo después, la situación es muy distinta. Salvo una peluquería de caballeros, el resto de locales están cerrados porque apenas transita público por esta área subterránea.

En su momento este edificio que se construyó encima de los aparcamientos pretendía conectar de una forma directa la zona de las Ramblas con la plaza Major. En el año 2000, debido a la importancia económica que representaba el comercio de las galerías se decidió, por parte de Cort, realizar una importante inversión económica. Se creó una nueva conexión entre la plaza Major y las Ramblas a través de un ascensor, que en la actualidad está fuera de servicio.

Los comerciantes defienden que estas galerías, por su ubicación privilegiada, son un centro estratégico del centro de la ciudad. El estudio arquitectónico calcula que, si se realiza el proyecto y se transforma la zona comercial, se podría recibir alrededor de 90.000 personas al día. No solo serían turistas, sino también residentes, que aprovecharían para realizar las compras en el supermercado que se ha propuesto instalar en la remodelación del espacio comercial.

Los vecinos que residen por el centro de Palma llevan años reclamando que se construya un moderno supermercado en la zona subterránea, como había hace años, porque eso supondría facilitar las compras. Para llevar a cabo este proyecto se debe esperar la aprobación del Ayuntamiento, pero en estos momentos no parece que la reforma de las galerías sea una prioridad para el Consistorio local.

La falta de interés se demuestra con el hecho de que la negociación con los propietarios de los locales privados lleva más de dos años paralizada y hasta este momento no se había concretado qué se pretende hacer para recuperar esta zona del centro de Palma. Los comerciantes proponen que se facilite la inversión privada, a cambio de que Cort, que es el propietario del 70% del espacio comercial, firme contratos de larga duración para que sean rentables los negocios que se podrían crear en esta área.

Los empresarios señalan que cuanto más tiempo se tarde en tomar una decisión sobre el futuro de las galerías, más difícil será recuperar la actividad comercial.