El edificio que hasta los años ochenta albergó el Cine Principal del Coll d’en Rabassa, también conocido como Cine Nou, será sustituido por una promoción de viviendas de lujo. El inmueble, que llevaba una década abandonado y en época moderna había acogido una bolera, ha sido adquirido por una sociedad participada por varios inversores por una cantidad cercana a los 700.000 euros.

Según ha podido saber este diario, el edificio será derribado para construir viviendas orientadas a compradores con un alto poder adquisitivo. El inmueble, ubicado en el número 64 de la calle Cardenal Rossell, llevaba tiempo clausurado a la espera de un comprador. Un cartel de «vendido» en la deteriorada fachada advierte de que el inmueble se asoma a su extinción.

«Me da mucha pena que desaparezca definitivamente un testimonio del pasado tan importante para el barrio, un cine al que iba tantísima gente. Pero supongo que es ley de vida, y tampoco podía ser que continuara como estaba ahora», señala Pere Galiana Veiret, historiador y vecino del Coll d’en Rabassa.

«El Principal se abrió en 1942 con una zarzuela. Cuatro días después empezó su actividad con la proyección de las películas La culpa es de otro y Riachuelo. Había función los jueves, sábados y domingo. Se hacían interesantes películas de reestreno con una de complemento y Nodo, a menudo a la semana siguiente de haberlas proyectado en algún cine de categoría de Palma», manifiesta Galiana.

La sala, que estuvo abierta durante 41 años, conoció una época de esplendor como punto de encuentro entre los vecinos del barrio, que no podían resistirse a ver algunas de las proyecciones que se anunciaban en atractivas carteleras pegadas en la fachada. En Navidad y en Carnaval había baile, y también acogió hasta tres funciones teatrales para recaudar fondos, una de ellas destinada a fabricar las actuales campanas de la iglesia parroquial.

Son retazos de la historia de un barrio que Galiana ha puesto por escrito, gracias a sus propios recuerdos y a los de quien fuera operador de la máquina de proyección, Tomeu Vidal, ya fallecido.

Decadencia

Los años 80 llegaron nuevos formatos, cambiaron los gustos y los pequeños cines de barrio como el Principal iniciaron su decadencia. «A comienzos de la década fue gestionado por la empresa Riutort, y entre 1983 y 1984 por el hijo de Francisco Amengual, conjuntamente con un hijo de la empresa cinematográfica Salas. En 1982 la clientela había bajado considerablemente. A las funciones, cuyo precio era de 125 pesetas, ya iba muy poca gente», señala Galiana.

El Principal cerró en 1984. La televisión, la competencia de los grandes cines de Palma y la mejora del transporte público para llegar a ellos supusieron el punto y final.

Del Rosales al Cine Nou: Proyecciones en pantalla grande cuando Palma quedaba lejos

El historiador y vecino del Coll d’en Rabassa, Pere Galiana, ha recogido por escrito la historia de los cines que hubo en un barrio que durante algunas décadas contó con una interesante oferta de ocio al alcance de sus vecinos.

El Cine Principal o Cine Nou permaneció abierto durante más de cuatro décadas, pero esta sala que antes había sido un almacén de paja no fue el único punto de encuentro del barrio. 

En los años veinte el Casino Nou, en la calle Pere Quintana, proyectó sobre una sábana las primeras imágenes de cine que se pudieron ver en el Coll d’en Rabassa, un barrio que en aquella época parecía muy distante de Palma. 

La primera sala de cine propiamente dicha fue el Cine Edison, abierto en la calle Guasp también durante aquellos años veinte. 

En 1926 sufrió una reforma y pasó a llamarse Cine Rosales, nombre que mantuvo hasta que cerró en 1945. «Su propietario durante muchos años fue Pep Suasi, quien además tenía el café y la tienda de Can Maimó, en la esquina de la calle Guasp con Lepanto. Parece ser que también tenía el Cine Rosales de Palma, en el barrio de la Soledat, y esta podría ser la causa de su nuevo nombre», recoge Galiana. 

Las primeras proyecciones fueron mudas, animadas por un pianista.