Cerca de 3.000 gargantas corean el Felicità de Al Bano & Romina Power o el Voyage, Voyage de la francesa Desireless. Sirva para hacerse una idea del festival organizado este miércoles y mañana en la plaza de toros de Palma. Se trata del Schlagersterne Mallorca 2023, un macroconcierto que da el ‘sus’ a los eventos del coliseo balear. Un evento aparentemente muy bien organizado que ha hecho saltar las alertas entre vecinos de la zona que no se resignan a “sufrir” con un ruido desmesurado. Aunque como en este caso esté previsto que se termine a las once de la noche. Según una sonometría 'casera' con ayuda de una aplicación se alcanzan entre ochenta o noventa decibelios en la azotea de una de las casas aledañas.

La mayoría de los asistentes superan los cuarenta, los cincuenta y hasta los setenta años. Alrededor de 2.000 han llegado con paquetes de viaje y su plan es “hacer temblar el Coliseo balear”, según la publicidad del evento organizado por Eurowings Holidays, el turoperador del grupo Lufthansa, que ha vendido estancias del 6 al 15 de mayo. Incluyen dos días de concierto en Ciutat. Los precios hasta 700 euros, todo incluido. Y hacia las ocho de la tarde, además de las tapas frías que se incluyen hasta se han servido paellas cocinadas dentro de la plaza de toros.

Schlager, romanticismo para maduros

Lo que han venido a escuchar es lo conocido como Schlager, musica pop, según describen, con grandes éxitos de música romántica que el público corea como poseído mientras lo entonan grandes artistas de habla alemana, como Howard Carpendale, Matthias Reim o Beatrice Egli. Y entre los presentadores está otra gran estrella de este tipo de eventos, Andrea Kiewel. Y lo más importante, “al aire libre”, con una temperatura ideal que no encuentran ni en Alemania, ni en Suiza ni en Austria. De allí procede el público que en sus países se tiene que resignar a seguir estos conciertos sin la libertad que da estar en un espacio abierto.

Padecimiento en silencio o en modo resignación

Y eso es lo que ha levantado ya los ánimos de vecinos de la plaza de toros. Exigen que se deje el recinto para lo que se construyó, los toros. O bien que se insonorice para no verse obligados a estar con las ventanas cerradas. Defienden que la licencia del coliseo, que data de los años noventa, es “ilegal” y que “nadie se ha atrevido a derogarla". “Solo” la exalcaldesa Aina Calvo “hizo algo”, explica S. H.

“A la gente le molesta, pero no hay un movimiento vecinal. Hay mucha gente mayor en el barrio y se aguantan”, entre ellos personas “enfermas, que se ponen nerviosas y lloran” o “trabajadores que no pueden descansar hasta tarde”. “El sufrimiento es grandísimo”.

Interior del concierto para el público alemán que se celebra hoy y mañana en la plaza de toros de Palma. Marlene Weyener

Aparcamiento restringido

Un vecino ofrece su casa para hacer una sonometría “casera” pero que sirve para hacerse una idea de que se alcanzan los ochenta o noventa decibelios, cuando los permitidos deberían ser “entre 30 y 25, con la ventana abierta o cerrada”. “Es como tener en casa un avión”.

Desde hoy y hasta el viernes incluido, en la calle calle Arquitecte Gaspar Bennasar, frente a la plaza de toros, y una parte de la Josep Balaguer, no se puede aparcar entre las 13 y las 01 horas, por el festival alemán.

Una sonometría “casera” sirve para hacerse una idea de que se alcanzan los ochenta o noventa decibelios

Margarita Arrom, vecina de Jaume Ferran, dice que desde su casa se escucha “como si estuviera dentro” de la plaza. “Cuando son jóvenes es peor porque los ves borrachos o vomitando, es espantoso”. Se resigna diciendo que es “cada cierto tiempo”, aunque reconoce, que para los animales es “muy molesto”, su gato “no sabe dónde meterse”. “Mi marido lo sufre porque se levanta a las seis y media”.

Por su parte, Francisco García Pagán, no lo ve “tan grave si es de vez en cuando” y porque ya no sucede como “hace una década, cuando era cada semana”.

Para las amigas Gloria Hernández y Pilar García, otro par de vecinas la solución es "cerrar la ventana y poner la televisión". "Son ya tantos años", comenta Gloria, "Si la música me gusta, no me molesta" . "Lo único es cuando llega el verano", apostilla Pilar y solo queda poner el aire acondicionado.

La asociación de vecinos Coliseu mañana tiene una reunión, seguro que los vecinos más combativos sacarán el tema y debatirán si se ha cumplido lo previsto.

“Cuando son jóvenes es peor porque los ves borrachos o vomitando, es espantoso"

El concierto hoy termina a las once de la noche. Autobuses lanzadera recogerán a los asistentes para llevarles hasta Son Fusteret, donde en otros autobuses les distribuirán por sus hoteles.

La organización está probando cómo funciona el Schlagersterne Mallorca para repetirlo al año que viene. Los vecinos combativos seguirán peleando para que en Cort les escuchen y termine la organización de eventos ruidosos en el recinto. Todavía se acuerdan de lo que supuso aquel concierto con exceso de aforo y un público joven de estudiantes que pudo terminar en tragedia. Al finalizar el concierto Reggaeton Beach Festival (RBF) Erasmus, que había reunido a unos 3.500 jóvenes en viaje de fin de estudios. La Policía recibió avisos de que se estaba produciendo una avalancha humana en la que había personas heridas. O aquel otro famoso por el macrobrote de covid en plena pandemia.

Habla el Ayuntamiento

Desde el Ayuntamiento de Palma se aseguró que la Policía Local se está velando porque se cumpla la normativa. Además se destaca que con la licencia en vigor se pueden realizar conciertos y se presenta en cada caso una declaración responsable y un certificado técnico el el que se indica que se ajusta a lo permitido en cuanto a aforos y evacuaciones por ejemplo. Asimismo, se asegura que los promotores han presentado toda la documentación, incluida la relativa al ruido que se permite de acuerdo a las ordenanzas municipales.