Tres 'caperutxes' de cada una de las 33 cofradías de Palma han abierto hoy el telón de la Semana Santa recorriendo las calles con sus insignias, exhibiéndolas ante un público que ha mostrado devoción y respeto.

La procesión de los Estandartes este Viernes de Dolores ha sido la primera en Palma. Miles de cofrades pondrán estos días el broche de oro a meses y meses de ensayos y preparativos con la llegada de los días de pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

 

Envueltos en las melodías de tambores y cornetas, los cofrades han iniciado un solemne desfile que ha partido a las seis de la tarde del convento de Sant Antoniet. 

Por cada hermandad había tres 'caperutxes'; uno portaba estandarte y los otros dos le acompañaban con las varas. Desde el convento han partido hacia la plaza Major por la calle Sant Miquel, han llegado a la plaza del Marquès del Palmer y posteriormente han callejeado por el casco antiguo hasta llegar a la iglesia Sant Felip Neri.

Allí, los cofrades han plantado sus estandartes y, junto a unos dos centenares de fieles, han asistido a la misa que ha cerrado la procesión del Viernes de Dolores.

Como es habitual, las cofradías han desfilado por orden de antigüedad, empezando por la más joven. Así, la primera hermandad en procesionar ha sido la de Humildad y Paz, creada en 2009. La seguían los penitentes de la Santa Caridad, los de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Santa Mónica, seguidas por el resto de cofradías.

También es habitual que la última cofradía en marchar no sea la más antigua, sino la que cumple su centenario. Este año, La Santa Faz, fundada en 1923, celebra su aniversario, por lo que ha desfilado la última en honor a sus cien años.

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FOTOS | Semana Santa 2023 en Palma: procesión de los Estandartes DM

En su solemne marcha, los cofrades empezado a llegar pocos minutos después de las siete de la tarde a Sant Felip Neri, donde ya les aguardaban expectantes decenas de personas que grababan con sus teléfonos.

Una vez allí, los penitentes han plantado las insignias en la iglesia y han escuchado la misa que ha oficiado el párroco Toni Cañellas, también conciliario de la Asociación de Cofradías de Palma.

Cañellas ha centrado buena parte del sermón en la fraternidad y la misericordia entre los fieles. Ha pregado por que las procesiones salgan bien y que todos los cofrades puedan desfilar, y también se ha disculpado por la ausencia del obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, que no ha podido asistir porque tenía el pregón de la Semana Santa en Campos.