Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pensar, compartir...

Han demolido Son Matet

Son Matet antes de ser demolido. A. F.

Han demolido Son Matet y algún responsable de Urbanismo reconoce que se merecía haber tenido algún tipo de protección. Pero les había pasado desapercibido. Pasa mucho eso de que pasen desapercibidas cosas en la gestión pública. Lástima que no hubieran estudiado las alegaciones al PGOU que desde ARCA habíamos presentado y en las que se pedía su catalogación. Eso antes de ser destruido, claro, y sin que desde la entidad se tuviera constancia de que hubiera ningún riesgo inmediato de desaparición.

Son Matet daba nombre a una de las calles con las que lindaba. Era una casa señorial, probablemente de los años 20 y ubicada en Cala Major. Ves el patio delantero y te recuerda a las «clastres» de las casas de Possessió. Era agradable y majestuosa la composición arquitectónica y su integración en el paisaje y el bosque. Después de las piedras arrancadas, vendrán los árboles talados.

Cala Major es, además de Sant Agustí, Génova y la Bonanova, uno de los barrios especialmente masacrados durante los últimos 10 años. Y antes también, ciertamente. La edificabilidad permitida es mucho mayor a la existente y eso, junto con una ubicación más o menos privilegiada, ha convertido a esos lugares en un polo de atracción para el negocio especulativo. Además, habría que añadir planes parciales urbanísticos obsoletos que quienes gobiernan no han sabido detectar. Ahí parece estar el quid de la cuestión en la desaparición de Son Matet.

Son Matet fue probablemente demolido allá por el mes de julio pasado. A mí me llegó el rumor de su desaparición hace unas semanas. Pedí confirmación de la triste noticia a un amigo, gran conocedor de la zona que fue quien, meses antes, me había pasado un extenso listado de casas que no estaban protegidas y se lo merecían, ubicadas todas ellas en el Terreno, Son Armadans y los barrios anteriormente citados. Son Matet estaba en esa lista, que trasladamos íntegra a Cort con foto incluida, destacando en una ladera entre muchos árboles.

En un primer momento, ante mi pregunta sobre la sospecha de que la casa ya no existiera, mi amigo y colaborador me tranquilizó. -«No puede ser -me dijo- Son Matet es importante. Esta tarde voy a ver». Pese a su propia incredulidad la buscó y no encontró rastro.

Ante la evidencia, la tristeza te invade porque lo primero que piensas es: si destruyen Son Matet, ¿qué no destruirán? Se edificó en la finca que da nombre a una calle y ya solo nos queda eso.

Algún propietario sensible de Cala Major hace tiempo que clama contra la despersonalización de la zona. En la Bonanova los chalets que tenían extensos y frondosos jardines han sido arrasados para colocar hormigón en el 100% de la parcela y elevarse para tener un poco de vista más allá de sus piscinas, las grandes reinas del carnaval urbanístico de los últimos tiempos. Y qué decir de Génova, lugar en que las obras llevan años horadando las rocosas pendientes y donde permitieron arrancar la importante historia de la estancia de Falla en nuestra ciudad. Se pueden acercar a ver la mole que sustituye la preciosa casita cargada de historia habitada durante unos meses por el músico, justo antes de la Guerra Civil.

Hace más de un año que muchas entidades ciudadanas, colegios profesionales y particulares presentamos alegaciones al PGOU que había sido aprobado inicialmente a finales del 2021.

Ninguna de las alegaciones ha sido contestada. Desde luego ninguna de aquellas en las que yo de alguna manera participé y que fueron entregadas por registro electrónico el 15 de febrero del 2022.

La propuesta de proteger Son Matet estaba incluida en esas alegaciones, cinco meses antes de su demolición. No llegamos tarde, aunque ahora ya lo sea. 

Compartir el artículo

stats