El Ayuntamiento de Palma no solo ha hecho caso omiso a la petición formulada por la campaña Patinetes y Bicis a Raya en el sentido de que, aprovechando el inicio de las obras de la plaza de España se procediera también a la supresión del carril bici que atraviesa este espacio peatonal, sino que ha repintado otro provisional señalizando tan solo dos pasos diminutos de peatones para atravesarlo.
De hecho, el nuevo carril bici, dibujado con pintura amarilla como señal de que se trata de un elemento que atraviesa una zona en obras, se ha desplazado aproximadamente un metro en relación al existente hasta el momento hacia la fachada de una finca sede de una entidad bancaria, sin eliminar por completo la terraza del establecimiento situado en este lateral.
En todo su recorrido este nuevo carril provisional, que arranca en el existente en la calle Sant Miquel, atraviesa Marie Curie y toda la plaza de España hasta el que continúa por Bastiò den Zanoguera, se ha señalizado con dos líneas amarillas continuas, por lo que también se ha eliminado la «permeabilidad peatonal» existente con anterioridad entre el paso de la plaza de España hacia el de Porta Pintada.
De hecho, en este tramo, si bien se mantienen las señales verticales que indican que las bicicletas y patinetes no pueden superar la velocidad de 20 kilómetros por hora y que los peatones tienen preferencia, algo ignorado por la práctica totalidad de los usuarios de bicicletas y patinetes, solo se ha dejado un paso peatonal de un metro de anchura.
Lo anterior provoca que los peatones deban atravesar en muchas ocasiones las dos líneas continuas que señalan el carril bici, provocándoles indefensión en el caso de que sean atropellados.
