El área de Patrimonio del Consell de Mallorca está inspeccionando el fragmento de muralla que el socavón dejó a la vista. La institución insular detectó que se trataba de la contramuralla o muro exterior del foso de la última muralla de Palma, conocida como la Murada Renacentista. De esta manera, se ha cubierto el fragmento con material geotextil para proteger el elemento patrimonial de la capa de áridos previa a otra capa de hormigón. Así, el lienzo evita que esta parte del muro continúe degradándose. El elemento objeto de la inspección forma parte del sistema defensivo de la muralla del frente de tierra de la ciudad de Palma, que empezó a ser derrocada en 1902. De este modo, los restos de la muralla vuelven bajo tierra en el agujero que Emaya ya ha tapado.