El Homenaje a las Víctimas de la Guerra Civil y el Franquismo que se ha celebrado este domingo al mediodía ante el Muro de la Memoria del cementerio de Palma ha reivindicado rescatar del olvido a todas aquellas mujeres y hombres que lucharon por la libertad. Todos los presentes han recordado al alcalde republicano Emili Darder, al empresario Toni Maria Ques, al alcalde de Inca, Antoni Mateu, y al político socialista Alexandre Jaume, fusilados el 24 de febrero de 1937 en este lugar, pero también han ensalzado la figura de Aurora Picornell, a las Rojas del Molinar y a todos los alcaldes y regidores de la República. 

El historiador, escritor e investigador Antoni Tugores ha leído el manifiesto de este homenaje, organizado por el Ayuntamiento de Palma con la colaboración de la Comissió 24 febrer. Además de recordar a los cuatro hombres fusilados en este lugar, a los que cada año se les rinde homenaje en esta fecha, Tugores ha añadido el “símbolo de la lucha obrerista y feminista Aurora Picornell” y a las Rojas del Molinar. “Emili Darder y Aurora Picornell son, de alguna manera, el paradigma de la terrible represión ejercida por los golpistas en nuestra tierra durante una guerra incivil”. Pero también ha tenido presente “una lista casi inacabable de personas, mujeres y hombres, que vivieron circunstancias similares y que en algunos casos han pasado desapercibidas”, como es el caso de quienes fueron alcaldes durante la República y promovieron “la reforma de una sociedad atrasada”. 

Tugores ha pronunciado uno por uno los nombres de todos esos quince alcaldes, que no tuvieron juicio con unas mínimas garantías procesales, ha dicho. “La mayoría de estos otros alcaldes sufrieron por todo argumento un tiro a poca distancia”, ha remarcado el historiador.

El investigador ha hecho extensivo el homenaje “a todos los regidores de ayuntamientos y a todas las personas que sufrieron cualquier modalidad de represión”. Y ha considerado obligatorio hablar de las mujeres que murieron en Mallorca después del alzamiento militar: 17 contabilizadas. “Con tristeza y vergüenza he de decir que 15 murieron en Manacor, mi pueblo, y la circunstancia no es casual”. También aquí, Antoni Tugores ha querido mencionar los nombres de cada una de ellas. 

En su parlamento, el escritor y colaborador de este diario, también ha afirmado que hay “motivos de satisfacción”, como la ingente labor realizada en la exhumación de los restos de más de 240 personas y la identificación de más de 50 de ellas. En este punto, ha querido reconocer el trabajo que realizó Josep Massot i Muntaner, “un referente obligado para todos los estudios posteriores sobre la Guerra en la islas” y al que hace tan solo dos días se le recordó con la colocación de una placa en su casa natal en Palma.

Antes de Antoni Tugores han intervenido Llorenç Carrió, regidor de Educación y Política Lingüística, y Miquel Rosselló, presidente de la Comissió 24 febrer, ante un público en el que había regidores del Ayuntamiento de Palma, el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, y la consellera de Presidencia del Govern, Mercedes Garrido, además de representantes de diferentes entidades, como la presidenta de Memòria de Mallorca, Maria Antònia Oliver.

Muy sentida ha sido la intervención de Ferran Cano, nieto de Emili Darder, quien ha denunciado que símbolos ligados al fascismo, como el monumento a los caídos italianos, y el de sa Feixina sigan aún en pie. También ha lamentado que en la actualidad falte "gente con cultura", como fue su abuelo y los otros fusilados ese 24 de febrero de 1937, que pese a pertenecer a estratos sociales elevados trabajaron por el avance social de otras personas más desfavorecidas.

Como siempre, el homenaje ha finalizado con la ofrenda de flores ante el Muro de la Memoria. El acto ha contado con la intervención musical de la voz de Roberta Minnucci, Llorenç Bonet con la flauta travesera, y Marco Valero, a la guitarra acústica.